¿Cuánto dolor pudo resistir un cuerpo pequeño e indefenso como el de Monika? La perrita, sometida a toda serie de vejámenes, fue rescatada de las garras de una muerte gélida en un bosque ruso en diciembre de 2020.
El animal no tenía ninguna de sus extremidades y fue tal el castigo recibido, que el animal duró en estado crítico durante 10 días. Los veterinarios tuvieron que amputarle sus cuatro patas.
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Ni ellos ni Monika se dieron por vencidos y, en una operación de alto riesgo, le implantaron cuatro prótesis fabricadas con una impresora 3D.
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Su recuperación fue asombrosa, pasadas dos semanas, Monika ya caminaba con sus nuevas compañeras de ruta.
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Y también con una nueva vida: la que por años se le negó: una vida llena de amor, cuidado y respeto.
VIDEO: Monika the Russian rescue dog is ready for her new life after she was fitted with four prosthetic titanium paws after being found abandoned in a forest with four stumps pic.twitter.com/y38Ibkv8g2
— AFP News Agency (@AFP) November 22, 2021