“Encontrarlo sería mi Navidad, especialmente después de todo lo que ha sucedido este año con el coronavirus cobrando tantas vidas, me ha hecho pensar cada vez más en él”, dijo Jason Kelly al Echo de Liverpool, uno de los medios que le permitieron localizar a su papá David, a quien no veía desde los 12 años.
David se separó de la mamá de Jason cuando él tenía 2 años, y aunque lo visitaba seguido, la relación empezó a llenarse de rencor y, cuando tenía 8, “hice una bola de nieve gigantesca y se la arrojé y eso realmente lo molestó y esa fue la última vez que lo vi”.
Pasaron 4 años y un día, mientras caminaba con un amigo, su papá pasó junto a él en una bicicleta, le sonrió y se alejó. Nunca más tuvo noticias de él.
El joven sabía que David dormía en la calle y había ido a algunos de los lugares donde le dijeron que lo habían visto, pero no tuvo éxito.
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Pero un día antes de Navidad , alguien lo contactó y le dio una dirección donde, afirmó, se estaba quedando su papá.
Al llegar al sitio una mujer le confirmó la buena nueva, aunque David no estaba en la casa.
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Jason dejó sus datos y justo cuando se iba vio a su papá, que, temeroso, empezó a correr, como si no entendiera bien lo que estaba pasando.
“Estaba gritando ‘¡papá, soy yo, Jason!’. Al final, empezó a asimilarlo y lo alcancé para caminar a su lado. Cuando me reconoció, preguntó por la familia y estaba tratando de recordar mi fecha de nacimiento. Luego no quiso mirarme mientras sus ojos se llenaba de lágrimas”, contó el joven.
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Ahora intentará que la relación no vuelva a deteriorarse y le regaló un celular para que se mantengan en contacto, mientras también busca cómo ayudarle a cobrar la pensión a la que su papá de 67 años tiene derecho.
“Encontrarlo antes de Navidad fue absolutamente increíble. Tenía eso en mente y es un milagro que haya sucedido”, sostuvo Jason.
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