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El ave estaba en una casa donde funcionaba el negocio de drogas, en el estado de Piauí, Brasil. Fue aprehendido como cualquier otro criminal.
Según el informe que la Policía entregó a medios, el loro empezó a gritar tan pronto vio que los oficiales se acercaban. Sin embargo, sus esfuerzos no fueron suficientes para evitar el arresto del hombre y la joven que, al parecer, eran sus dueños.
Las autoridades ya han hecho varios intentos para que el loro les dé información sobre el negocio, pero no han logrado sacarle una frase diferente a la de “mamá, la policía”.
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El ave estará a disposición del zoológico local donde pasará tres meses aprendiendo a volar y después será dejado en libertad.
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