La niña, de 3 años, estaba en el sótano jugando cuando su hermano mayor creyó que era una buena idea vaciar una cesta de juguetes Bunchems, unas bolas de velcro, en la cabeza de Abigail.
Abigail terminó con más de 150 de esos juguetes enredados en el pelo. Los pequeños lo hicieron peor cuando trataron de removerlos por ellos mismos.
La mujer duró 20 horas tratando de sacarlos con acondicionador y aceite. Aunque terminó con los dedos adoloridos y hubo muchas lágrimas (de la madre) en medio, al final pudo quitarlos todos.
La mujer publicó un mensaje alertando a otros padres sobre estos juguetes; la historia no tardó en hacerse viral .
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