Keren Samantha Salas es una adolescente mexicana que tiene claro su futuro y para dónde va en la vida. Pidió a sus padres que en vez de una fiesta de quinceañera le dieran el dinero para abrir un local y así impulsar su emprendimiento de manzanas de sabores.
Manzanas cubiertas con chile, cacahuate japonés, caramelo, chocolate, M&M, nuez o grageas son algunos de los postres que Keren ofrece a su clientela en ManzanaManía, que funciona en el centro comercial Plaza Alameda de Tijuana.
“Lo mío es el negocio”, dice la chica. Explica que a los 7 años ya quería hacer su propia empresa. Su primera idea fue la fruta picada, pero, como implicaba cuchillos, la madre la convenció de buscar algo menos peligroso, de allí que le surgió la idea de las manzanas cubiertas.
Pero ese no era su primer negocio, a los 4 años ya les vendía chocolates a sus allegados.
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Cuando cumplió los 15 años, sus padres empezaron los preparativos del festejo, pero ella, al darse cuenta de los costos que esto implicaba, decidió que quería invertir ese dinero en su negocio.
“La fiesta de cumpleaños dura un día”, reflexiona la chica.
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“Apenas llevamos un mes con el local y ya empezamos a incorporar, además de distintas cubiertas de manzana tanto saladas como dulces, rebanadas de pastel, galletas y brownies de mi socio Choux”, dijo Karen.
Pero ahí no paran sus sueños, ella ya está pensando en cómo expandir su negocio e incluso piensa escribir un libro.
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