En el barrio Robledo Pajarito, muy cerca de la estación Aurora del sistema de metrocables de Medellín, una ingeniosa solución de una venta de helados ha captado la atención de paisas, foráneos y el mismo Metro de Medellín.
Se trata de la línea ‘C-asero’ o el mini-metrocable, con el que doña Alicia puede calmar a más de uno el antojo de helado.
Desde hace tres años, Alicia, su hijo Juan, y su perro Toby viven en la unidad Mirador del Valle. Su apartamento está en el tercer piso de la torre 2, desde el que desciende la cabina del pequeño metro para concretar la venta de sus productos.
“La idea fue de Juan, quien quería que su mamá dejara de bajar y subir las 50 escalas que conectan al primero y al tercer piso para vender sus cada vez más cotizadas cremas, emprendimiento familiar que nació por la pandemia”, detalla el Metro de Medellín en sus redes sociales.
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Dice la familia que “la gente viene y pide las cremas por ver subir y bajar el mini-metrocable”.
El sueño de doña Alicia es poder ampliar el negocio con nuevos sabores, mientras que su hijo desearía tener un local.
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