La clave de vivir más de 100 años está en una ciudad de Latinoamérica: cuál es y dónde queda

En la actualidad, el deseo de vivir más de cien años se ha convertido en una aspiración común para muchas personas alrededor del mundo. Este anhelo no solo refleja un deseo de prolongar la vida, sino también de mejorar su calidad. La búsqueda de la longevidad ha sido una constante en la historia de la humanidad, pero en las últimas décadas, los avances científicos y tecnológicos han hecho que esta meta parezca más alcanzable que nunca. Uno de los principales factores que impulsan el deseo de vivir más de cien años es el avance en la medicina y la biotecnología. La investigación en áreas como la genética, la biología celular y la medicina regenerativa ha abierto nuevas posibilidades para extender la vida humana. Hay una ciudad que, según expertos, se estima que ya ha llegado a este nivel de aspiración.

Por ejemplo, los estudios sobre los telómeros, las estructuras que protegen los extremos de los cromosomas, han revelado su papel crucial en el envejecimiento y han llevado al desarrollo de terapias que podrían retrasar este proceso. Además, la mejora en los tratamientos para enfermedades crónicas y degenerativas ha aumentado significativamente la esperanza de vida. Enfermedades que antes eran consideradas mortales, como ciertos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares, ahora pueden ser tratadas con éxito, permitiendo a las personas vivir más tiempo y con mejor salud.

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El deseo de vivir más de cien años también está estrechamente relacionado con la calidad de vida. No se trata solo de añadir años a la vida, sino de añadir vida a los años. Las personas buscan no solo vivir más tiempo, sino hacerlo de manera saludable y activa. Esto ha llevado a un mayor enfoque en la prevención de enfermedades y en la promoción de hábitos de vida saludables, como una dieta equilibrada, ejercicio regular y la gestión del estrés.

Nicoya, la ciudad en la que podría vivir más de 100 años

En el noroeste de Costa Rica, una pequeña región conocida como Nicoya destaca no solo por su belleza natural, sino por ser una de las cinco ‘Zonas Azules’ del mundo, áreas donde las personas viven más tiempo y con mejor salud. ¿Qué hace de Nicoya un lugar tan especial? Esto dicen expertos de National Geographic.

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Nicoya, ubicada en la región del Pacífico Norte, se ha ganado la atención internacional gracias a su notable esperanza de vida. En esta comunidad rural, muchas personas superan los 85 años, y un número significativo alcanza los 100 años o más. Este fenómeno ha captado el interés de investigadores y visitantes de todo el mundo que buscan descifrar el secreto detrás de la vida larga y plena que disfrutan sus habitantes.

Aunque la región tiene un ingreso per cápita modesto, la calidad de vida de sus habitantes no tiene igual. La proporción de adultos mayores saludables es impresionante: uno de cada 42 nicoyanos vive con plenitud más allá de los 75 años. ¿Qué contribuye a esta longevidad? Expertos señalan que la alimentación, el estilo de vida activo y un profundo sentido de comunidad son los pilares fundamentales.

La alimentación en Nicoya es primordial

En Nicoya, la comida no es solo una fuente de sustento; es parte esencial de la salud y la longevidad. La dieta local está basada en alimentos cultivados en la región, como frijoles, maíz, y calabaza, complementados con frutas frescas, arroz y muy poca carne. Estos ingredientes, libres de químicos y procesamientos industriales, forman platillos ricos en nutrientes esenciales.

Además, el agua que consumen los nicoyanos es un factor clave. Rica en calcio natural, esta agua no solo fortalece los huesos, sino que también ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y fracturas en adultos mayores. Se estima que beber esta agua cubre hasta la mitad de las necesidades diarias de calcio, reduciendo notablemente los riesgos de salud relacionados con el envejecimiento, según expertos.

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Sus habitantes siempre buscan tener un propósito

A diferencia de los estilos de vida sedentarios que predominan en las ciudades modernas, en Nicoya el movimiento forma parte de la rutina diaria. Los habitantes realizan actividades como caminar, trabajar en el campo, montar a caballo y cuidar sus jardines. Estas labores no solo mantienen a la población físicamente activa, sino que también les proporcionan un sentido de logro y bienestar.

Sin embargo, la actividad física no es la única clave. En Nicoya, el bienestar emocional es igual de importante. La comunidad valora las relaciones interpersonales, el tiempo en familia y los momentos de descanso. Los nicoyanos cultivan un fuerte sentido de pertenencia y propósito, algo que los expertos consideran esencial para alcanzar una vida longeva y satisfactoria.

Encuentran alegría en pequeñas cosas

Si bien los investigadores han identificado factores tangibles, como la dieta y el agua rica en calcio, hay un elemento intangible que define a Nicoya: la felicidad. En este rincón de Costa Rica, la gente encuentra alegría en las pequeñas cosas: un amanecer, una conversación con un amigo, o simplemente en el orgullo de vivir de manera sencilla.

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Esta ciudad no solo es conocida por su longevidad, sino también por su rica cultura y tradiciones. La región tiene una fuerte herencia indígena chorotega, que se refleja en sus costumbres, artesanías y festividades. Las fiestas patronales, celebradas en honor a San Blas, son un ejemplo de cómo las tradiciones se mantienen vivas en la comunidad. Estas festividades incluyen desfiles, música, bailes y comidas típicas, y son una oportunidad para que los habitantes y visitantes se reúnan y celebren juntos.