La Navidad nos sigue dejando historias conmovedoras que nos recuerdan el valor de ser agradecidos con lo que tenemos y con aquellas personas que de una u otra manera están en nuestras vidas.
Doña Margarita, de 73 años, se infectó de coronavirus en abril. Su salud se delicó al punto de que debió ser internada en un hospital de Los Ángeles, California, para recibir respiración asistida con ventilador.
Fueron 20 días de lucha, pero ella fue fuerte y la labor de los médicos impecable. Les prometió que si salía viva de aquella dura prueba, llevaría tamales como agradecimiento para la Navidad.
Aunque pasaron ocho meses, Margarita Montañez no olvidó su compromiso. Se puso manos a la obra y cocinó 500 tamales en unos cinco días.
Publicidad
Al enterarse que había más personal decidió comprar 300 para que nadie se quedara sin esta pequeña pero significativa muestra de agradecimiento.
Publicidad
Finalmente los llevó y se encargó de que los disfrutaran. Su familia aplaudió esta ofrenda, pero comentó que la mejor manera de agradecer al personal de salud es cuidándose del COVID-19 con las medidas como no aglomerarse y usar el tapabocas.