Jimena Ortega vive en Argentina con 20 de las 6 mil ratas de laboratorio que ha salvado a lo largo de más de 6 años. Ella decidió unirse a un grupo que rescata a estos animales que suelen ser sacrificados cuando ya no son necesitados para más experimentos.
Actualmente hay más de 200 roedores que buscan un hogar, pero, según esta joven, que también tiene un perro y una gata, es posible encontrar adoptantes para ellos, que se entregan de a dos porque están “acostumbrados a estar con más animales, solas se pueden deprimir”.
Afirma que tener ratas como mascotas “no es particularmente distinto a tener otro tipo de animales”.
“Son animales supersociables, les gusta mucha la interacción con el ser humano y otros animales […] Son animales supercariñosos”, sostiene.
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Además, lamenta que mucha gente crea que las ratas son sucias “cuando es lo contrario, están todo el tiempo acicalándose, similar a un gato. Cuando las agarras a upa y les das besos, al soltarlas lo primero que hacen es limpiarse”.
Jimena cuenta que empezó como adoptante, pero “no pensé que iba a interactuar con ellos”.
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“Son animales divinos, limpios, cariñosos y que no tienen mucha diferencia con otros animales que entendemos como mascotas”, afirma.
Sobre el temor de la gente, de que pueden transmitir enfermedades, Jimena recuerda que estas ratas “estuvieron toda la vida dentro de un laboratorio con lo cual no tienen contacto con el exterior y, por ende, no hay posibilidades de que se puedan agarrar alguna enfermedad”.
Puede ver la historia completa de esta salvadora de ratas en el medio TN.