Remy es un hombre de 33 años y quien desde hace 13 decidió empezar a tatuarse. Su primer encuentro con las agujas y la tinta fue cuando se tatuó el nombre de su hijo en el brazo y desde entonces no ha podido parar su "obsesión" por los tatuajes.
Su primer piercing fue a los 13 años y, reveló al medioThe Sun , desde entonces ha invertido 12.000 euros en perforaciones en varias partes del cuerpo.
En cuanto a todos sus tatuajes, Remy asegura que ha gastado 75.000 dólares para poner tinta en casi todo su cuerpo. Sin embargo, y aunque no parezca, hay algunas zonas que aún no ha tatuado; entre estas están la mayor área de su cara, las orejas, la planta de los pies y parte de las palmas de las manos.
Además, ha revelado que las partes del cuerpo con las que más ha sufrido para tatuar son el trasero y la zona interna de los muslos.
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Aunque su apariencia puede causar extrañeza para algunos, Remy, originario de Canadá, afirma que nunca ha sido víctima de discriminación por parte de su familia o personas extrañas en la calle, pero sí en internet y redes sociales. “En público solo recibo comentarios positivos o curiosos”.
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Remy ha aprovechado su popularidad en redes sociales, en las que tiene más de 187.000 seguidores, para dar consejos a quienes desean seguir su ejemplo y tatuar su cuerpo . Recomienda hacerlo con calma y disfrutar el proceso de cambio. “Si haces esto como una maratón en lugar de una carrera de velocidad lo pasarás mejor y crearás mejores recuerdos”, aseguró.
Recientemente, Remy compartió una fotografía en la que contó que llevó a su hijo de 13 años a hacerse su primera perforación, hecho que sí le ha generado algunos comentarios en contra.