La curiosidad y su afán de alimento llevaron a una gaviota a conocer al que sería su mayor benefactor. Fruto de esta amistad ha nacido una comunidad en redes sociales de casi 2 millones de personas que siguen las aventuras de este par, cuyo vínculo nació en una ventana.
Su nombre es Steven, una gaviota que, todos los días, visita a un joven para saludarlo y, de paso, recibir el premio mayor.
Lo que comenzó con encuentros casuales y comida ligera, ya va en una especie de “restaurante con estrella Michelin”. Y es que Steven y su amigo humano forjaron una amistad muy conveniente: “Yo te doy comida y tú me das seguidores”.
Publicidad
Una relación que ha funcionado a las mil maravillas, con Steven creciendo sano y fuerte, al punto que hace un tiempo empezó a llevar a sus retoños. Y, por otro lado, una cuenta “alimentando a esta gaviota", que crece como espuma, con más de dos millones de seguidores en redes sociales.
Publicidad