Bob y Susan Nesler, residentes en las colinas del Valle de San Gabriel, en Estados Unidos, han tenido una visita continua durante las últimas semanas: un oso negro al que han bautizado como Junior. Este visitante inesperado ha transformado su sótano en su guarida temporal, lo que ha generado sorpresa y un poco de incomodidad entre la pareja.
Junior, según cuenta Bob al medio local KTLA 5, sale a recorrer las calles cercanas por la tarde y regresa temprano por la mañana, específicamente alrededor de las 5:30 a.m. Su entrada y salida es por un agujero que él mismo hizo en el sótano.
El oso negro no ha lastimado a la pareja
Aunque el oso no les ha causado daño directo, Bob menciona que la mayor molestia es "la cantidad de excrementos que Junior deja" tras cada visita.
"No es una criatura peligrosa", asegura Bob, "a menos que seas un bote de basura". La pareja ha convivido con la vida silvestre por años, y aunque han visto coyotes y linces en su jardín, esta es la primera vez que un oso ha decidido quedarse.
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"Esa es su guarida ahora mismo. Tenemos que sacarlo de allí porque, ya sabes, creo que seríamos responsables si alguien resultara herido, pero él no nos ha molestado de ninguna manera", contó el hombre que convive con el oso negro.
La pareja ha instalado cámaras con sensores de movimiento, las cuales les han permitido capturar imágenes del gran animal. Bob es un animador retirado que trabajó en el programa de Yogi Bear, así que ha encontrado inspiración en Junior, dibujándolo en varias ocasiones.
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Las autoridades de vida silvestre han sido notificadas, pero, hasta el momento, han recomendado no intervenir a menos que se pueda sacar al oso de manera segura y sin daño. Mientras tanto, los Nesler continúan compartiendo su espacio con Junior, esperando que pronto encuentre un nuevo lugar para refugiarse.