Compañeros armaron una revuelta en el plantel por considerar que se cometió una injusticia y se violó el derecho a la libre expresión.
El caso tuvo lugar en el instituto Flacco di Portici de Nápoles, Italia. El pecado de la joven de 16 años fue una publicación en su perfil en el que criticó a las directivas del colegio, que sacaban pecho por recibir un premio en el evento Tes Schools Awards 2017 que se celebró en Estonia.
“¿Amor por sus estudiantes?, ¿sentido de pertenencia? ¿De verdad creen que las cosas son así en la escuela? Presentar al instituto en un contexto de felicidad en los medios sociales no lo hará real”, escribió la estudiante.
"Nunca he oído a ningún alumno decir que es feliz en este centro. Si este colegio ha tenido fama por sus éxitos lo ha sido solo y exclusivamente por sus estudiantes y algunos pocos profesores que se salvan”, agregó.
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Además, la joven habló del nivel de angustia y desespero que viven muchos de sus compañeros y remató la publicación con una frase lapidaria: “son unos falsos”.
Los comentarios de la menor se divulgaron rápidamente en el centro de estudios. Al conocerlos, la directora tomó la decisión de sancionarla con ocho días de expulsión, según el diario Il Corriere della Sera.
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Los estudiantes no compartieron la decisión de la rectora y protestaron al frente de la institución por considerar que se trató de una arbitrariedad.