En España , dos abuelitos protagonizan el que muchos han llamado el reencuentro más bonito del mundo.
Ana Aguilar, de 84 años, sorprendió al dueño de su corazón, Pedro Stoppa, de 91. Ambos llevaban casi un mes sin verse debido a que ella fue hospitalizada tras una caída y a él no lo dejaban ir a visitarla por la pandemia.
Al final, la nieta inmortalizó el momento y lo calificó como “el reencuentro más bonito del mundo”.
Bien dice el refrán que “un día alguien nos abrazará tan fuerte que todas nuestras piezas rotas volverán a unirse”.
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