La estatua de un santo en la población de Tarija, en Bolivia,
abrió y cerró los ojos durante una procesión, eso es lo que afirman los fieles y hasta el sacerdote del lugar. Se trata de la imagen de San Roque, al que le oran por salud.
“Es un milagro y, bueno, estas cosas se vienen dando y Tarija es una población netamente católica y religiosa. Ante todo, esto infunde mucha más fe”, afirmó Víctor Fernández, presidente de la Asociación de Promesanos de San Roque.
Esta estatua de un santo es venerada en la población por el tiempo que lleva en la iglesia. Llegó de Francia hacia finales del siglo XIX y, según el historiador Óscar Chávez, fue hecha en honor a un ciudadano francés que “anduvo todo Europa curando también, (pero) se enfermó, se contagió” de lepra.
Según la creencia, mientras San Roque estuvo convaleciente un perrito lo alimentó y por eso dicen que también es el santo de los animales.
“Es el santo de la salud, la gente aquí en Tarija no le pide otra cosa que no sea salud a San Roque”, comentó una ciudadana.
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El párroco de la iglesia, Juan Vega, asegura que también vio que esta estatua de un santo abrió y cerró los ojos. En su declaración al programa Al Rojo Vivo, dijo que “es un signo de manifestación. Algo nos quieren decir, dar un mensaje a nosotros a ver qué es lo que estamos haciendo”.
Por su parte, un experto en fenómenos paranormales llamado Javier Cordero afirma que se siente algo especial en la población. “Hemos demostrado que la energía es pura, la energía es espiritual, tiene una energía bastante fuerte”, sostiene.
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La gente ahora espera porque esta estatua de un santo conceda el milagro de la salud.