Actualmente, gran parte de los seres humanos asocia la inteligencia con un alto coeficiente intelectual, títulos académicos y grandes conocimientos. Sin embargo, el verdadero intelecto reside en una habilidad aún más profunda.
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Emma Seppälä, profesora de Yale y reconocida experta en inteligencia emocional, explica cuál es la aptitud que se relacionaría con el intelecto de una persona.
La psicóloga argumentó para un artículo de CNBC que la inteligencia emocional supera en importancia a la educación formal. Afirma que la mayoría de las personas carecen de las herramientas para manejar sus emociones de forma efectiva, lo que las lleva a experimentar ansiedad, depresión, estrés e incluso adicciones.
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"Las personas a menudo están atadas a creencias, hábitos, patrones, conceptos, relaciones, adicciones y conceptos erróneos destructivos", explicó Seppälä.
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¿En qué consiste la inteligencia emocional?
La inteligencia emocional, también conocida como coeficiente emocional (CE), es la capacidad de reconocer, comprender y manejar las propias emociones, así como las de los demás. Las personas con un alto CE son capaces de:
- Identificar sus emociones: reconocer los diferentes estados emocionales que experimentan y comprender qué los desencadena.
- Regular sus emociones: controlar sus impulsos y reacciones emocionales de manera saludable.
- Motivarse a sí mismas: utilizar sus emociones para alcanzar sus metas y objetivos.
- Empatizar con los demás: comprender y compartir los sentimientos de las otras personas.
- Establecer relaciones sólidas: construir y mantener relaciones positivas con los demás.
¿Cómo desarrollar la inteligencia emocional?
Si bien la inteligencia emocional no es un don innato, se puede desarrollar a través de la práctica y el esfuerzo consciente. Algunos consejos para cultivarla incluyen:
- Prestar atención a las emociones: ser consciente de cómo nos sentimos en cada momento y qué nos provoca esas emociones.
- Aceptar las emociones: no reprimir ni negar las emociones, sino aceptarlas como parte de la experiencia humana.
- Expresar las emociones de manera saludable: encontrar formas constructivas de expresar las emociones, como hablar con un amigo o escribir un diario.
- Desarrollar la empatía: intentar comprender los sentimientos de los demás y ponerse en su lugar.
- Practicar la atención plena: la meditación y otras técnicas de atención plena pueden ayudar a desarrollar la autoconciencia y la regulación emocional.