Las bodas
suelen ser un momento muy emotivo para los padres de familia, pues la nostalgia y el cariño salen a flote mientras sus hijos unen sus vidas con las parejas que escogieron.
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Al parecer, este es el caso de un padre que conmovió a los internautas de la red social TikTok. En un discurso que se viralizó rápidamente, se aprecia al hombre que está acompañando a su hija al altar decirle unas sentidas palabras a su futuro yerno:
“Si algún día cambia tu corazón y por algún motivo dejas de amar a mi hija, por favor, no la lastimes. Solo tráela de regreso a mí, ¿está bien?”.
En medio de lágrimas, el padre tomó la mano del futuro esposo de su hija y de su descendiente y oró por ellos. Además, les recordó que con "la presencia de Dios ambos brillarán en su relación".
Ante la emotiva petición, el novio, quien también estaba llorando, le respondió: “Okay, no va a pasar”. Este padre, su hija y el yerno se abrazaron.
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Las sentidas palabras de este padre han sido reproducidas más de 30 millones de veces y han desatado todo tipo de reacciones.
“Es lo mejor que ha dicho cualquier padre de una novia”, “Qué hermosas palabras de este padre para su hija”, “¡Dios mío, esto me hizo llorar!”, “Así se ve el amor de un padre”, “Este hombre tiene la más hermosa alma”, “Esto es lo más hermoso que he visto”, son algunos comentarios que se leen en la publicación.
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Padre con alzhéimer reconoció a su hija en el día de su boda: “Estás reluciente”
Otra boda que también ha tomado protagonismo en las últimas semanas es la de Julia, pues en un momento de luz en medio de la oscuridad, su padre que tiene alzhéimer , enfermedad que amenaza con dejar a la mente sin recuerdos, logró recordar a su hija en el día más importante de su vida.
Ella se esforzó por mantener el vínculo y hacer sentir a su padre tan especial como siempre. Una invitación a ponerle color a un lienzo en blanco, como la memoria misma, logró lo inesperado. “Cariño, eres Julia, estás reluciente. ¿Es tu boda?”, se le escuchó decir al padre de la novia que por fin la reconocía.
Y es así como, aprovechando ese instante, Julia invita a su padre a disfrutar con ella de un día soñado: el día de su matrimonio, el día en el que los ojos del alzhéimer se convirtieron en los ojos del corazón.