“¡Está saliendo!”: dio a luz en casa, con su pareja al borde del colapso y la médica por teléfono

El parto de Martina fue tendencia en redes sociales durante el fin de semana. Esta pequeña llegó antes de tiempo y su mamá -Fátima Noriega- tuvo que dar a luz en casa con su esposo -Mariano Heller- hecho un manojo de nervios y la médica obstetra al teléfono.

El curioso hecho sucedió en Argentina y fue el propio Heller quien contó la historia en un hilo de Twitter.

“Resulta que yo estaba plácidamente viendo Los Sopranos y a las 12:22 a.m., Fátima me dijo que estaba teniendo unas contracciones un poco fuertes. Ansioso porque deje de 'romperme las pelotas', le dije que se relaje, que seguro que se estaba acomodando, pero que vaya calculando el tiempo de las contracciones con una aplicación que habíamos bajado”, relató el abogado.

Ella calculó el tiempo y la propia app le dijo “prepárese”. Todo comenzaba a ponerse más serio. “Una epopeya que me quitó no menos de 8 años de vida”, dice.

“Nos fuimos al cuarto de al lado y mientras íbamos me decía llamá a mi mamá, llamá a la partera, llamá al obstetra, llamá a emergencias, llamá a Chamot. Yo estaba absolutamente desesperado. Por suerte y milagrosamente, no paralizado”, continúa.

Fátima no paraba de gritar, estaba segura de que Martina iba a nacer. Paula, su obstetra, en altavoz les indicaba cómo manejar la situación.

“Mientras rogaba, Fati grita está saliendo. La pu$% madre que lo parió, pensé, voy a tener que hacer esto yo. Veo en ese momento que empieza a salir una cosa inmunda. Era la cabeza recubierta por alguna sustancia que no quisiera volver a ver nunca más en mi vida”, narra Heller.

El relato del desesperado padre sigue: “Cuando salió, le grito a Paula ¡ahí salió la cabeza! ¿Qué hago ahora? ¿tiro? No, no. Va a salir sola. Y ahí Fati metió un pujo más y escupió a la criatura. 1:52 a.m.”.

“La agarré, haciendo de cuenta que no veía toda la inmundicia que la rodeaba y que estaba fucsia. Le pregunté a Paula y ¿ahora qué hago? Pásasela a Fati y que se la ponga en el pecho. Se la paso intentando que no se enrede con el cordón y ahí se juntaron madre e hija”, recuerda.

Minutos después, llegó la mamá de Fátima, que se llama igual. No podía creer que su nieta había nacido en casa.

“La escena general era lamentable. Fati semi en bolas con la criatura en brazos con cordón umbilical incluido cubierta de toallas. Yo con un bolso y una mochila que logré improvisar en ese rato porque no teníamos nada armado”, afirma el hombre.

Al final, todos fueron al hospital y la pequeña Martina estaba en perfectas condiciones… eso sí: ¡Qué parto les hizo vivir a sus padres!