Una zorra se vio en serios aprietos por cuenta de su curiosidad. Fue tal la magnitud de lo ocurrido que tuvieron que llamar a los bomberos para liberarla de una tortura que no se le desea a nadie.
El animal la pasó bastante mal después de que su cabeza quedara aprisionada en un pequeño agujero de una plataforma industrial en Garrison Street, en Birmingham, Reino Unido.
Conmovidos, los trabajadores intentaron ayudarla, pero no pudieron. Entonces, contactaron a miembros de la oficina principal de protección de animales en el Reino Unido, que, pese a sus esfuerzos, tampoco lograron liberarla.
Fue necesaria la presencia de los bomberos que, con herramientas especializadas, cortaron el suelo metálico y pusieron fin al sufrimiento de la zorra, que, por su curiosidad, casi pierde la cabeza.
El rescate duró tres horas y, lo mejor, fue que el animalito salvaje salió ileso del percance, eso sí con el cuello adolorido y una lección aprendida. Un par de días en el hospital han sido suficientes para recuperar las fuerzas y devolver a la hembra a su hábitat natural.
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