El año 2025 es un año cuadrado, así lo afirma National Geographic en su sitio web. Se le dice así porque se puede expresar como el resultado de elevar 45 al cuadrado: 45² =2025. Por lo tanto, un año cuadrado es aquel que coincide con el resultado de un número entero multiplicado por sí mismo. Esto hace que intuitivamente las fechas sean más fáciles de recordar en el calendario; el 2025 de manera gráfica es un año cuadrado e incluso una ecuación matemática que es exacta.
El último año cuadrado fue 1936 (44²), y el próximo no se dará hasta 2116, lo que convierte a 2025 en un fenómeno único para la mayoría de las personas vivas hoy, ya que será el único año cuadrado que experimentarán. Los años cuadrado se producen de forma relativamente infrecuente.
La matemática detrás de un año cuadrado
Entender por qué un año como 2025 es cuadrado requiere adentrarse un poco en las matemáticas. La operación de elevar un número al cuadrado (multiplicarlo por sí mismo) es una de las más básicas de la aritmética, por eso el número 45 del 2025 tiene una serie de propiedades que permiten que influya en otros fenómenos, como las relaciones con calendarios o sistemas de tiempo.
A nivel práctico, vivir un año cuadrado no cambia nada en nuestra vida diaria, dice National Goegraphic. Sin embargo, en el ámbito de las matemáticas y la numerología, este tipo de años atrae la atención por su rareza y su capacidad para conectar diferentes ramas del conocimiento.
En 2025 también cae el día del juicio final
Aparte del concepto de año cuadrado, en 2025 también ocurre el Doomsday Rule, o Regla del juicio final, que permite calcular de manera rápida el día de la semana en que cae cualquier fecha. Este algoritmo fue creado por el matemático británico John Horton Conway y es especialmente útil para encontrar en qué día de la semana caerán fechas repetitivas, como 4 de abril (4/4), 6 de junio (6/6) o 12 de diciembre (12/12), todas ellas coincidiendo este año con un viernes.
El Doomsday es un día fijo que cae en la misma fecha cada año, dependiendo del año en cuestión. En 2025, este día será el 4 de abril, y también lo será el 6 de junio, el 8 de agosto, el 10 de octubre y el 12 de diciembre, todos viernes. Este patrón es posible gracias a la estructura matemática del calendario gregoriano, que permite predecir de manera precisa el día de la semana de cualquier fecha con solo unos cálculos sencillos.
Publicidad
Muchas fechas importantes del año caen en días especiales que se repiten de manera fácil de recordar. Por ejemplo, el 2 de mayo, 16 de mayo y el 15 de agosto caerán en viernes, mientras que el 4 de abril será un viernes y se puede usar para determinar otros días de la semana.
La regla se basa en la idea de que cada año tiene 365 días, lo que equivale a 52 semanas completas y un día adicional. Por lo tanto, el calendario avanza un día cada año, excepto en los años bisiestos, donde ese avance es de dos días debido al 29 de febrero.
Publicidad
Con este conocimiento, es fácil predecir que en 2025 las fechas mencionadas, como el 4 de abril o el 6 de junio, serán todos viernes. Además, el día del juicio final, que es el día que precede al 1 de marzo, también caerá ese mismo día, 3 de abril. Gracias al algoritmo de Conway, es posible calcular con precisión cualquier fecha del año y saber qué día de la semana corresponderá.
Por ejemplo, si tomamos el 2 de mayo, que será un viernes, podemos deducir que el 16 de mayo también será viernes, y el 15 de mayo caerá un jueves. Lo mismo ocurre con otras fechas importantes. El método también puede aplicarse al conocer que, por ejemplo, si el 3 de marzo de 1900 fue un miércoles, entonces podemos avanzar y calcular fácilmente el día de la semana para cualquier otro año.