El comercial de una empresa de papas fritas desató la indignación entre los creyentes católicos en Italia. En la pieza publicitaria se ve a una monja sorprendida durante la comunión al recibir una papa frita y no una hostia por parte del sacerdote, mientras la madre superiora se termina el resto del paquete.
Los reclamos no se hicieron esperar. Giovanni Baggio, presidente de la Asociación Italiana de Televidentes Católicos, declaró que "el anuncio ofende la sensibilidad religiosa de millones de católicos practicantes, además de ser indignante al trivializar la yuxtaposición entre la papa crujiente y la hostia consagrada”.
Tan aguda ha sido la polémica que el Comité de Control del Instituto de Autodisciplina Publicitaria ordenó a todas las partes implicadas que desistan de difundir el comercial en Italia, zanjando así la discusión que ahora se ha trasladado a las redes sociales.