Un chimpancé en fuga, asustado y desorientado, permitió que un grupo de humanos de buen corazón lo ayudará. Un rescate que ha tenido de todo: abrazos, abrigo impermeable y hasta bicicleta.
A Chichi, las tropas rusas le destruyeron el único hogar que conocía: el zoológico de Járkov, en Ucrania.
Desde entonces, el asustadizo chimpancé había intentado escapar sin éxito de ese lugar en reconstrucción. Y lo logró a medias.
Huir del zoológico lo enfrentó a otra jungla, la de cemento, donde, perdido, tuvo que aceptar la ayuda humana.
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La mujer que lo socorrió tuvo que recurrir al diálogo, a la persuasión y a toda su paciencia, para ganarse la confianza del escurridizo chimpancé. Hacía frío y qué mejor que un abrigo y un buen abrazo para un animal lejos de su hábitat.
Al mejor estilo de ‘ET, el extraterrestre’, esta historia terminó con Chichi’ en bicicleta, para finalizar este rescate de película.