El Parque de Reptiles de Australia festejó, como ya es costumbre, el cumpleaños de Hugo, una tortuga gigante que espera vivir entre 150 y 200 años y que es digna representante de una especie que ha visto amenazada su existencia en este planeta.
Un pastel de frutas frescas fue el mejor regalo para la tranquila vida de este espécimen, que devoró con gusto el obsequio.
Aunque parezca un viejo sabio, a Hugo todavía le queda un largo camino por recorrer.
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