Maxine y Jacob Young, que viven en Pensilvania, Estados Unidos , se casaron en 2016 y desde el comienzo soñaban con ser papás; cuatro años después ya tienen 9 hijos.
Ella, además de querer ser madre biológica, quería adoptar y en la búsqueda con su esposo encontró a tres hermanitos a los que no quiso separar. Poco después recibió una llamada de la agencia en la que le informaban que acababa de nacer otra bebé, hermana de los niños, y le preguntaron si estaba dispuesta a aceptarla en su hogar, a lo que ella dijo que sí.
Maxine intentó embarazarse antes con ayuda de especialistas, pero tuvo dos abortos espontáneos.
Sin embargo, un año después de la adopción, en 2018, ella pudo dar a luz a un niño.
Publicidad
Pensando que jamás quedaría embarazada de forma natural, se llevó una sorpresa en enero de este año al descubrir que iba a ser mamá.
Le puede interesar:
Publicidad
“Al principio estaba emocionada, pero eso se convirtió rápidamente en nerviosismo” porque los médicos le dijeron que tendría cuatrillizos y el proceso sería arriesgado, dijo Maxine a Good Morning America.
Los bebés nacieron en agosto y ahora están bien y en casa, en medio de la pandemia .
Aunque los padres quieren que sus hijos disfruten el ser niños y evitan que asuman responsabilidades con el cuidado de los pequeños, “ayudan cuando quieren ayudar y, a menudo, quieren cargarlos”, afirmó ella.
“Siempre les hemos explicado a los niños que la sangre no forma una familia, es a quien amas. El amor hace a una familia”, dicen los padres sobre el cariño que les dan a sus 9 niños.
Publicidad
Puede ver: