El Servicio de Parques Nacionales de Estados Unidos (NPS) hizo una curiosa advertencia en Facebook hace unos días a los ciudadanos de ese país. Les pidió que no lamieran los sapos del desierto de Sonora, también conocidos como sapos del río Colorado.
Esta especie es una de las más grandes que se puede hallar en Norteamérica, pues mide cerca de 18 centímetros.
“¿Qué sonido hace? Su voz ha sido descrita como un 'tono débil y grave que dura menos de un segundo'. ¿Fue ese sapo o algo más lo que te asustó?”, dice la publicación medio en serio y medio en broma.
“Estos sapos tienen glándulas parótidas prominentes que secretan una potente toxina. Pueden enfermarlo si manipula el animal o el veneno entra en su boca. Como decimos con la mayoría de las cosas que encuentras en un parque nacional, ya sea un gusano en forma de banano, un hongo desconocido o un sapo grande con ojos brillantes en la oscuridad de la noche, abstente de lamer. Gracias”, explica la entidad.
Al parecer, según los comentarios, algunas personas usan la pus del sapo de Sonora como un potente psicodélico. Sin embargo, sus consecuencias pueden ser fatales.
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