Durante más de 10 años, Cami se desempeñó como enfermera de trasplante de médula ósea. Esta mujer, de 37 años, tenía turnos extenuantes, pues semanalmente tenía tres horarios de 12 horas y el salario no era muy elevado.
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Tras analizar si quería seguir teniendo un estilo de vida en el que su descanso y vida social se estaban viendo seriamente afectados, llegó a la conclusión de que “había una mejor manera de ganarse la vida”.
No quería hacer lo mismo por 50 años
En entrevista con el medio Newsweek, dijo: “Recuerdo claramente que veía a otras enfermeras con las que trabajaba que tenían la edad de mi madre y me negaba a hacer ese trabajo cuando yo tuviera su edad. Trabajar como enfermera es demasiado duro, estresante y exigente para el cuerpo como para hacerlo durante mucho tiempo”.
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Cuando quiso cambiar de empleo, escogió uno que no le implicara volver a estudiar o necesitar un diploma, por ello optó por comprar una lavandería, la cual le costó 300 mil dólares. Eso sí, siguió “trabajando como enfermera durante los siguientes tres años mientras era propietaria de la empresa, por lo que fue muy difícil administrar ambos horarios al mismo tiempo”.
Con el paso del tiempo pudo contratar personal y ofrecer diferentes servicios de lavado. Además, empezó a grabar contenido en redes sociales para impulsar más su negocio. “Ahora trabajo unas 10 o 15 horas a la semana. Voy a la lavandería dos veces por semana para cobrar las monedas, retirar el dinero en efectivo y registrarme con mis empleados”, explicó Cami.
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Gana tres veces más de lo que recibía como enfermera
Reveló que su salario ahora es tres veces más de lo que ganaba como enfermera y que, además, recibe extras 25.000 dólares de “beneficios”.
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