Colombia está entre las diez potencias hídricas del mundo. Posee cinco grandes zonas acuíferas: el Pacífico, el Magdalena y Cauca, la Orinoquía y el Amazonas, cada una con una gran variedad ecosistémica.
Y son los páramos de alta montaña fabricas mágicas que almacenan el 70% del agua en el país, donde nacen los pequeños arroyos cristalinos que poco a poco se van convirtiendo en agua de ríos.
Además, un fenómeno maravilloso conocido como ríos voladores se da en el bosque amazónico colombiano y produce 20 millones de toneladas de agua.
Sin embargo, la deforestación amenaza este delicado equilibrio que en todo el continente asegura el agua de casi 700 millones de personas.
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“La deforestación en nuestro país sigue avanzando sin ningún control. Al año, perdemos 170.000 hectáreas, un tamaño superior al que tiene todo Bogotá, esto termina alterando la humedad del suelo", enfatiza el ambientalista Camilo Prieto.
Heridas a la naturaleza que terminan rompiendo el ciclo del agua y afectando nuestras vidas. Entonces ¿cómo adaptarnos sin perder lo que tenemos?, ¿cómo cambiar el rumbo para evitar morir de sed y actuar a tiempo?