En una cárcel federal en Carolina del Norte, en EE. UU., el extraditado exfiscal anticorrupción Gustavo Moreno siguió desandando los pasos del cartel de la toga .
Esta vez apareció como testigo en el juicio contra el exmagistrado Francisco Ricaurte . Vestido como un reo en Estados Unidos, Moreno recordó cómo su organización criminal corrompió la cúpula de la justicia a cambio de dinero pero, antes de entrar en detalle con sus acusaciones, señaló que nde a sus compinches del pasado que hoy lo niegan a rajatabla.
“Hoy el único que no lo niega a uno en estos espacios y escenarios, después de todo este escándalo, son los padres. Yo creo que la mamá de uno, de resto todo el mundo quiere negarlo”, dijo el exjefe anticorrupción.
Moreno reiteró que los exmagistrados de la Corte Suprema de Justicia Francisco Ricaurte, Leonidas Bustos y Gustavo Malo torcieron expedientes para favorecer a los excongresistas Musa Besaile y Alvaro Ashton, quienes pagaron 2.600 millones de pesos por esa ‘vuelta’.
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La primera piedra en el camino que el cartel debía quitar tenía nombre y apellidos: José Reyes Rodríguez, el magistrado auxiliar que los investigaba por parapolítica .
Según Moreno, “el doctor Gustavo Malo, puntualmente en los casos del senador Ashton y del senador Musa, obró en consecuencia con los compromisos que se adquirieron: sacar al magistrado auxiliar Reyes y no permitir que se diera la captura del senador Musa Besaile”.
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Ahora fungiendo como testigo de un caso relató que por muy políticos que fueran sus clientes tuvo miedo de incumplirles, pues la mafia siempre pasa factura, dijo.
“Yo no iba a recibir una plata para que no cumplieran y después me asesinarán. Yo no estaba tratando con monjas de la caridad, yo estaba tratando con bandidos y no iba a recibir un dinero pa’ que después me fueran a hacer un daño o hacerle un daño a mi familia. Porque eso es paja que en ese tipo de negocios se va a salir a denunciar. Te cobran y el dinero no se pierde y se responde con la vida (...) Ahí el que ponía el pecho porque recibía el dinero era yo”, aseveró.
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Y añadió con crudeza: “si yo sé que el señor tiene una alianzas paramilitares, si yo voy a recibir 2000 millones de pesos pa’ no cumplir, lo mejor sería una denuncia, pero le garantizo que me asesinan, doctora Claudia, donde yo me hubiera quedado con un peso de esos y no se hubieran cumplido los compromisos”.
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Moreno confesó que obtuvo información reservada del expediente contra el senador Óscar Arboleda, también procesado por parapolítica. Para él, esos datos eran clave porque se trataba de los mismos hechos por los cuales terminó detenido su cliente, el exsenador Luis Alfredo Ramos.
Así supo Moreno qué indagaba la Corte: “información que el doctor Francisco Ricaurte me entregó respecto del proceso que sustanciaba el doctor Gustavo Malo del aforado Arboleda y que estaba relacionado con el caso de Luis Alfredo Ramos , donde yo era apoderado”.
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El exfiscal anticorrupción reiteró que el cartel de la toga engavetó un expediente en la Fiscalía para favorecer al exgobernador del Valle Juan Carlos Abadía y explicó que Leonidas Bustos tenía sus cuotas en el organismo investigador, sobre todo en tiempos en los que Néstor Humberto Martínez era el fiscal general.
“Ellos pensaban que, de alguna manera, el doctor Néstor Humberto iba a estar agradecido con el doctor Leonidas que fue uno de los que en principio de la campaña, la campaña de Néstor Humberto, se la echó al hombro y básicamente fue el que le dio vida a esa candidatura”, afirmó
En un momento de la diligencia, que tardó cuatro horas, el testigo refirió que a su centro de reclusión también llegó el COVID-19 :”ya aquí creo que en Estados Unidos hay más de 100 muertos en las prisiones y aquí en esta prisión hubo un brote de coronavirus”.
Por último, tras insistir en los detalles sobre cómo operaba la más sofisticada corrupción judicial en Colombia, Gustavo Moreno volvió a pedir perdón por su pantanoso pasado.
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“Créame que no es un honor cargar este traje de preso y no es un honor contar las cosas que hicimos. Tengo una hija, me hubiera gustado que ella me dijera que quisiera ser como yo, y desafortunadamente pues no quiero que eso pase. Yo asumo mi responsabilidad, le ofrezco excusas al país, estoy asumiendo las consecuencias de mis acciones y también invito a todos los que hicimos parte de estos actos de corrupción que le cuenten al país qué fue lo que pasó”, expresó Moreno.
Falta todavía mucho por saberse, los exmagistrados Malo, Ricaurte y Bustos siguen jurándose inocentes, pero las pruebas aportadas por Moreno parecen tan contundentes como extensas.