El 30 de enero de 2024, el caso por el magnicidio del presidente de Haití, Jovenel Moise, tuvo un giro inesperado. Ese día se conoció que un juez de Haití vinculó y ordenó la detención de Martine Moise, la viuda del mandatario.
La justicia de estadounidense hasta ahora ha considerado a Martine Moise como una víctima y no como una victimaria.
La viuda le entregó a un agente del FBI que participó de la investigación del magnicidio detalles en una entrevista. Allí, la entonces primera dama, sobreviviente milagrosa del vil ataque, le contó al agente federal cómo fue la muerte de su esposo.
"Ella afirmó que el presidente habló previamente de que podía ser asesinado, pero él esperaba que sucediera después de que saliera del cargo", dijo el agente.
El ataque ocurrió sobre la 1:00 de la mañana del 7 de julio de 2021, cuando un escuadrón de exmilitares colombianos entró a la casa presidencial en Puerto Príncipe.
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El funcionario narró que Martine Moise y su esposo “escucharon continuos y fuertes disparos afuera de la residencia y el presidente la miró y dijo: ‘cariño, estamos muertos’".
De acuerdo con el relato del agente del FBI, basado en la declaración de la viuda y que hace parte del expediente judicial en Estados Unidos, Martine Moise y el mandatario estaban en su habitación matrimonial, en el segundo piso de la casa, cuando escucharon los primeros disparos.
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"La mujer tomó a los dos niños y los llevó al baño de abajo. Les dijo que se metieran dentro de la ducha, cerró las cortinas, cerró la puerta del baño y volvió a arriba a su habitación", afirmó el agente.
En agosto de 2021, Noticias Caracol reveló en exclusiva las confesiones de los mercenarios colombianos. Según sus mismas declaraciones, cuatro exmilitares entraron al cuarto del presidente: Yepes, Romero, Pineda y Capador.
En su primer relato ante el FBI, la primera dama recordó ese momento: "Ella escuchó a los agresores entrando al cuarto y hablando solo en español".
Según la declaración que la mujer le dio al FBI, los asesinos la atacaron primero a ella, quien intentó esconderse debajo de la cama, pero la mitad de su cuerpo quedó por fuera
La mujer fue jalada debajo de la cama por uno de los hombres y le dispararon varias veces con un arma automática. La parte superior del cuerpo seguía debajo de la cama. Ella le pudo decir a su esposo que todavía estaba viva y él se dio cuenta de que ella seguía con vida. Después de que le dispararon varias veces, ella fingió estar muerta
Mientras fingía su fallecimiento, Martine Moise tuvo que presenciar el ataque contra su esposo, según narra el agente del FBI que habló con ella: "Los agresores fueron del otro lado de la cama, donde estaba el presidente, lo sacaron y lo voltearon sobre su espalda. Uno de los agresores hablaba por teléfono en español y le pidió a la persona, al otro lado de línea, que describiera al presidente. Lo describió como alto, delgado y de piel oscura”.
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"El agresor dijo también que estaban arriba en la habitación principal. La mujer escuchó que la persona del otro lado del teléfono confirmó que era el presidente y dio la orden de ejecutarlo", declaró el agente del FBI.
Después de la llamada, afirmó el funcionario, "el asesino le disparó al presidente muchas veces con un arma automática. La mujer lo vio morir al lado de ella”.
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Según las declaraciones de los colombianos, fue el exsoldado Víctor Pineda quien le disparó a Jovenel Moise.
Naiser Franco Castañeda manifestó que "dicen que fue Pineda. Lo escucharon a él mismo que está preocupadísimo. Ese muchacho no tiene paz".
Mientras los asesinos buscaron en la habitación presidencial documentos y dinero, Martine Moise se esforzó en fingir su muerte: "Uno de los hombres se paró duro en las piernas de ella para confirmar que ella estuviera muerta. Ella no se movió ni parpadeó, porque si lo hacía sabía que sería ejecutada".
La mujer aguantó durante varios minutos hasta que escuchó que los mercenarios huyeron. Entonces, malherida, salió a buscar ayuda. "Ella bajó a buscar al jardinero y a la empleada, a quienes encontró atados, pero no heridos”.
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La primera dama fue trasladada a un hospital de Miami al día siguiente, en donde atendieron sus múltiples heridas y fue cuando concedió la entrevista al FBI.
Las autoridades estadounidenses le han dado credibilidad a este dramático relato. Por eso, muchos están sorprendidos que ahora un juez de Haití la vincule con el asesinato de su esposo.
Dos años y medio después del crimen, Estados Unidos tiene a once personas acusadas y tras las rejas. Cinco ya se han declarado culpables, entre ellos, el capitán retirado Germán Rivera, líder de los exmilitares colombianos y el exsoldado Mario Palacios. Los otros 17 colombianos, señalados de participar en el magnicidio, permanecen en una cárcel de Puerto Príncipe.