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Los expedientes contra generales del Ejército que se empolvaron en la Fiscalía

En el ente investigador se acumulan 110 denuncias contra 39 altos oficiales por homicidios, acoso sexual y corrupción. El 62% permanecen inactivas y la mayoría pasa años sin avances sustanciales.

Los expedientes contra generales del Ejército que se empolvaron en Fiscalía

Homicidios, acoso sexual, corrupción y hasta violencia intrafamiliar, esos son los delitos más graves entre las conductas ilegales por las que han sido denunciados los generales del Ejército colombiano. Las cuentas de los expedientes son las siguientes: 39 generales –de 56 activos que hay en total- tienen procesos ante la justicia. Entre todos acumulan 110 denuncias.

El dato revelador es que, de esas pesquisas, 69 permanecen inactivas, es decir, en el 62% de las investigaciones la Fiscalía no ha hecho ningún tipo de avance. Y en los 41 casos activos la situación es similar, aunque han presentado algún desarrollo, las pesquisas no se mueven hacia ningún lado, ni para establecer la inocencia ni la responsabilidad de los altos oficiales. Las cifras respaldan un viejo rumor que recorre las filas castrenses desde hace años: que los generales tienen inmunidad en el ente judicial.

La unidad investigativa de Noticias Caracol tuvo acceso a los registros de los expedientes de generales activos y retirados, entre los que reposan graves señalamientos. Por tratarse de casos que no presentan avances sustanciales, este noticiero omite los nombres de los oficiales involucrados.

Por ejemplo, hay 26 denuncias por delitos asociados a la corrupción, como peculado, celebración indebida de contratos o tráfico de influencias. En una de estas, señalan a un general que supuestamente exigía irregularmente 5 millones de pesos mensuales, que camuflaban como dinero de viáticos.

“El coronel, para poder cumplirle la orden del señor general, implementó un sistema que consistía en consignarle esta partida mensual a diferentes militares y civiles que supuestamente viajaran para el proceso de reclutamiento, quienes a su vez reintegraban la suma de dinero que se les consignaba para que posteriormente el dinero reintegrado se le entregara al general para cumplirle la orden y así justificar el gasto de la partida”.

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Algunas de esas denuncias han sido remitidas desde otros despachos para que sean investigadas por la Fiscalía, donde poco ha sucedido. Por ejemplo, una lleva 9 años sin avances y uno de los involucrados llegó a ser comandante del Ejército.

El juzgado 24 de instrucción penal militar compulsa copias mediante resolución del 10 de septiembre de 2014, para que se investigue a los brigadieres generales, que conocían el manejo de los dineros que por concepto de escoltas recaudaba la unidad operativa menor y que incluso era utilizados para sufragar gastos personales como el pago de celulares, atenciones de comando, arreglo de viviendas fiscales, entre otros

Hay cuatro generales con denuncias de acoso sexual. Solo una está activa. Las otras no fueron investigadas con rigor, como la que hizo en 2008 la esposa de un capitán contra el entonces coronel –hoy general- que era jefe directo de su pareja.

En las llamadas me decía que cómo estaba vestida, qué ropa interior tenía, que imaginara a una amiga desnuda, que íbamos a jugar, yo le decía que estaba loco y él me decía que todo iba a estar bien, que mi esposo iba a estar bien, en una oportunidad me invitó a un bar swinger a Bogotá

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En otra denuncia radicada el año pasado, un oficial señaló a un general, que en ese momento era su superior, de acosar a su esposa.

El general presionó y acosó sexualmente a mi esposa aprovechándose de su cargo de comandante del comando conjunto estratégico de transición Ccoet, ingresó sin autorización en el apartamento fiscal del Ejército, le enviaba insistentemente mensajes con alto contenido sexual y usó su poder en el Ejército para trasladar a mi familia. Cuando se le reclamó me expulsaron de las casas fiscales del Ejército y me armaron un informe falso de contrainteligencia para sacarme del Ejército

En los registros obtenidos por Noticias Caracol hay ocho denuncias por homicidio contra seis generales activos. Una trata sobre la posible participación de un alto oficial en una masacre junto a paramilitares. Los otros casos remiten a presuntos falsos positivos.

Un solo general tiene tres denuncias por ejecuciones supuestamente cometidas entre 2007 y 2008 en Antioquia. Por ejemplo, la Fiscalía le pidió a su delegada ante la Corte Suprema que “investigue al teniente coronel, hoy brigadier general, por el asesinato de seis personas, hechos ocurridos mientras fue comandante del Batallón Ospina”.

Y continúa más adelante con el relato del caso: “La patrulla Baraya 2, al mando del sargento, asesinó a Adrián Alonso Álvarez González, quien horas antes fue sacado de su casa bajo engaños. La operación militar fue desarrollada en cumplimiento de la orden de operaciones soberanía, misión táctica no. 008.08 ‘foso’, firmada por el teniente coronel”.

Otra presunta ejecución extrajudicial que involucraría a otro general activo -que para el año de los hechos, 2003, era mayor- fue narrada así en la compulsa de copias de la Fiscalía ante su delegada de la corte.

Los hechos por posibles nexos con las AUC y los presuntos homicidios fuera de combate denominados falsos positivos, al parecer de dos personas no identificadas que les entregó José Gregorio Mangonés Lugo, alias ‘Carlos Tijeras’, al mayor y al teniente, quienes los llevaron en una camioneta amarrados y uniformados hasta la vuelta del cura en la vía que conduce a Guacamayal, donde el personal militar del grupo Gaula Atlántico a órdenes del entonces mayor, los hicieron descender del carro, les dieron de baja y los trasladaron a Ciénaga, Magdalena, donde fueron presentados como bajas en enfrentamiento

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El mismo general Eduardo Zapateiro, que acabó de dejar la comandancia del Ejército esta semana, tiene registros de denuncias por supuesto peculado, delitos contra la administración pública, prevaricato y calumnia. En un evento en la base de Tolemaida, antes de dejar el cargo, el general se dirigió a cientos de soldados: “Por eso dije aquel día, y no me retracto, que dejaré muchos zapateiros, muchos zapateiros que trabajaron conmigo, que sufrieron conmigo, que estuvieron en el combate conmigo”.

Aunque estas denuncias no suponen la culpa de los generales, sí obligan a que la Fiscalía investigue con rigor, teniendo en cuenta la gravedad de algunos de los supuestos hechos y el alto perfil de los señalados. Sin embargo, las cifras muestran que la mayoría de los expedientes pasan años sin avances y, por lo general, terminan olvidados, mientras los oficiales ascienden en sus carreras militares.

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