Corría el año 2015 cuando la Beneficencia de Cundinamarca vendió un predio, que mediante un proceso de pertenencia, pasó a ser de su propiedad, tras la donación del señor José Joaquín Vargas, un filántropo que en los años treinta entregó numerosas tierras en el sector que hoy se conoce como El Salitre. El legado del señor J.J. Vargas fue para la niñez desamparada y las personas en discapacidad mental, por eso durante años allí funcionó una albergue operado por Aldeas SOS, donde atendían a niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad.
Para los vecinos del barrio J. Vargas, el sitio no solo era el lugar del goce de estas personas sino un importante brazo verde que conectaba con la zona de amortiguación del Humedal el Salitre, que queda a pocos metros del predio. Por eso les causó un fuerte impacto cuando se enteraron de que los jóvenes debían salir de la sede porque el predio había sido vendido por la Beneficencia de Cundinamarca a una constructora llamada Promotora Equilátero.
Al poco tiempo llegó maquinaria pesada al lugar y la tranquilidad en el sector se perdió, así como se perdieron decenas de árboles que fueron talados para dar paso a la obra. El proyecto se bautizó Salitre Living y de paso salieron a volar, no solo los chicos que atendía la Beneficencia en aldeas S.O.S, decenas de aves perdieron su hábitat porque arrasaron con todos los árboles que había en el lugar. Carolina Moreno vecina del sector cuenta que esto los alarmó bastante.
Veíamos que las aves buscaban desesperadas perchar en las ventanas de los edificios altos o cómo se trasladaban a otros árboles del brazo del Salitre, que son los árboles que quedan, como en el campo de golf, pero obviamente se afectó muchísima avifauna
Lo que más les preocupa es que un predio verde y que, según el POT que es de uso dotacional, es decir, el mismo servicio que presta a la comunidad un hospital o un colegio, se iba a convertir en un inmenso complejo residencial.
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Los vecinos tenían muchas preguntas sin resolver: ¿Por qué la Beneficencia vendía un predio que cumplía un función social?, ¿cómo se produjo esa venta?, ¿ en qué forma se cambió el uso del suelo ?, ¿cómo las autoridades ambientales permitieron que tumbarán los árboles? , por eso buscaron ayuda jurídica.
Pablo César Díaz es uno de los abogados que representa a la comunidad, ellos están convencidos de que en el proceso hubo varias actuaciones irregulares.
Por qué se hace sin licencia de construcción. Ellos recurren a escritura y registro y el notario 76 de Bogotá y la oficina de Registro de Instrumentos Públicos, que debía hacer el control de legalidad y haber exigido la licencia, no lo hicieron y aprobaron esa división
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LA HISTORIA DE LA VENTA
El 23 de diciembre de 2015 la Beneficencia le vendió el predio a una entidad privada llamada Promotora Equilátero, esa venta quedó registrada en tiempo récord, en tres días hábiles. El 30 de diciembre del 2015, cuando todos pensaban en la fiestas de fin de año y justo siete días antes de que muriera la administración de Álvaro Cruz, exgobernador de Cundinamarca que se vio envuelto en varios escándalos de corrupción.
Para los abogados genera mucha suspicacia el hecho, cuenta Díaz: "Y uno se preguntaría por qué una constructora privada quiere comprar un terreno que tenía el uso, según el POT, para atender niños en estado de abandono, personas indigentes y adultos mayores, para qué si ellos construyen apartamentos o cosas así".
Equilátero inició una serie de acciones ante la Secretaría de Planeación de Bogotá para cambiar el uso del suelo, de los 29 mil metros cuadrados del predio Aldeas SOS. Recordemos que la zona del Salitre tiene uno de los precios más altos por metro cuadrado de la ciudad. La promotora Equilátero solicitó a Planeación Distrital segregar un terreno de 25 mil metros para quitarle el uso del suelo dotacional y dejar en su lugar uno de 2.500 que es donde hoy Compensar, Caja de Compensación, levanta una sede privada en la que atenderá a adultos mayores afiliados.
Después de la resolución de Planeación, la mayor parte del terreno quedó disponible para desarrollar un proyecto llamado Salitre Living, un inmenso complejo de torres residenciales que arrasócon el pequeño bosque que existía y tiene con los pelos de punta a los vecinos del sector, que tienen una larga tradición de defensa de sus zonas verdes.
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¿QUÉ DICEN LAS PARTES?
La comunidad buscó asesoría legal, el abogado Luis Ponce sostiene que el predio es de los niños jóvenes y desvalidos y, lo peor, que hubo graves anomalías en el proceso de desenglobe de los lotes. Es decir, según su tesis, la Beneficencia de Cundinamarca presentó documentos falsos y ni los notarios y las autoridades de planeación avanzaron en un proceso que él considera viciado.
El 13 de mayo de 2015 ante el notario 76 el Representante legal de ese entonces de la Beneficencia de Cundinamarca se presenta con unos documentos falsos ante el Notario para hacer un desenglobe, de un terreno de mayor proporción de 27 500 metros cuadrados aproximadamente de hecho desengloba no solo este lote sino seis lotes más, de forma ilícita para ponerlos a la venta y lo hace con una escritura, que es la 1257 del 13 de mayo de 2015 de la Notaría 76 de Bogotá
Dice Ponce que para ejecutar ese acto administrativo debieron hacerlo en una Curaduría o con alguna resolución de la Alcaldía Mayor de Bogotá: "Resulta que no existe ni autorización de curaduría ni existe la autorización de la Alcaldía Mayor, que, dicen ellos, protocolizaron con fecha de 28 enero de 1995".
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Frente a esa resolución, la Alcaldía se pronunció el pasado 22 de marzo, en los siguientes términos: "Las resoluciones emitidas por la secretaria general de la Alcaldía Mayor de Bogotá para la vigencia de 1995, el número 107 no coincide con el asunto requerido ni con la fecha indicada en la petición".
Para el abogado Ponce, esa irregularidad echa por el piso todo el proceso: "Por tanto, se cae el desenglobe y se cae cualquier negocio jurídico que hayan hecho después de esa fecha porque el desenglobe no se pudo dar".
Salomón Said, exgerente de la Beneficencia de Cundinamarca, defiende la legalidad del desenglobe de los lotes y su venta a la constructora. Dice que el acto administrativo está en firme y por eso goza de legalidad y hasta que un juez no diga lo contrario para ellos la actuación fue legal. Respecto a la venta de predios que la entidad obtuvo mediante un proceso de pertenencia, dice que los recursos de la venta de estos predios se destinan justamente para mantener el legado del señor José Joaquín Vargas.
De otra parte, conversamos con representantes de la Constructora Bolívar y Promotora Equilátero. Ellos rechazan de tajo que aquí se haya presentado un volteo de tierras y que la licencia que otorgó Planeación Distrital cumple con su función de uso dotacional: "Se exigió una resolución que mantuviera el dotacional en un área del predio y que el resto pudiera ser segregado para otros usos que son tratamientos de desarrollo urbano que hubiera podido ser comercio, pero en este caso fue construcción de vivienda, que tiene menos impacto en el sector".
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Respecto a la demanda por el desenglobe, aparentemente irregular, que hizo la beneficencia de Cundinamarca dicen que nos les preocupa: "Este era un lote remanente que no hubiera podido ser alinderado de otra manera, no hubiera podido ser dividido de otra manera, de manera que no requería ni siquiera licencia de construcción por encontrarse en una de las causales de excepción de la ley".
En varios juzgados cursan acciones legales contra los responsables de lo que ellos consideran un volteo de tierras, más allá de las normas o irregularidades en la práctica, los vecinos del sector vieron como de la noche a la mañana desapareció una inmensa zona verde que albergaba a niños desamparados y hoy es una planicie que será ocupada por moles de cemento.