Informe retrata la incansable lucha de los reclamantes de tierra

Desde los años 90, Colombia ha testificado, masacres, desplazamientos, amenazas y muerte contra líderes campesinos, reclamantes de tierra.Hace nueve años se creó la ley de Restitución de Tierras que se encargaría de poner orden y devolver miles de hectáreas a los desplazados.Un informe de la fundación Forjando Futuros, que está en poder de la Comisión de la Verdad y la JEP, contiene datos aterradores.Alfranio Solano, líder reclamante de tierras en la vereda Guacamayas en Belén de Bajirá, se encontraba trabajando en su finca el pasado 24 de septiembre cuando un grupo de hombres armados lo secuestraron. Hace un año y medio el estado le había entregado su tierra.“Me tocó dejar todo abandonado, dejé las vacas que tengo, los cultivos, los galpones de gallinas, las peceras, todo está a la deriva, (...) anoche yo lloraba y dije: se acabó todo, todo nuevamente”, relata el reclamante de tierras mientras rompe en llanto.Fue amarrado, golpeado con una pistola, mientras sus captores encapuchados amenazaban con matarlo.En un descuido logró escapar monte adentro donde estuvo escondido 17 horas, luego buscó un lugar conocido, desde donde recibió ayuda de las autoridades. Alfranio, como muchos, es hijo del despojo.Es un líder nato de la región de Urabá, una zona donde han sido asesinadas 22 personas reclamantes de tierras y, como si fuera ayer, mantiene viva la memoria de su infortunio.“Hubo la desmovilización de las AUC y de una vez el presidente de la época, en ese momento, estaban ya unos terratenientes en ella, cuando en esa época eran cultivos de pancoger, hoy están todas cubiertas de ganadería, palma y otra vez el banano (...), hicimos las solicitudes con un grupo de campesinos que tomamos valentía porque la verdad veíamos como se deterioraba la humanidad en la zona”, explicó.Finalmente en las veredas Guacamayas fueron devueltas un total de 12 fincas, entre el 15 y el 16 de mayo de 2019, tras 20 años de lucha por recuperar los predios despojados por la incursión violenta del frente paramilitar Álex Hurtado, comandado por Raúl Emilio Hasbún.Fue cuando empezaron a asesinarlos, atemorizados y desprotegidos, solo les quedó el camino del desplazamiento interno.La fundación Forjando Futuros, después de nueve años de adelantar un estudio serio que involucró sentencias proferidas por jueces y magistrados, hizo un balance detallado sobre la ley 1448 del 2011.¿Quiénes fueron los mayores despojadores la tierra en Colombia?· 55% paramilitares· 16% guerrillas· 1% estado· 6% grupos armados no identificados· 22% por enfrentamientos“Lo hicieron de diversas maneras, primero firmando poderes en blanco o vende usted o vende la viuda, las masacres, los asesinatos, el desplazamiento que aún permanece en las regiones, fue la causa fundamental para el despojo, iban los paramilitares adelante, iban los comisionistas supuestamente comprando, he iban los notarios legalizando, eso fue lo que paso en los últimos 20 años en el país en territorios como Urabá, el sur del Llano, sur del Cesar, Chocó, norte de Córdoba y Catatumbo”, describió Gerardo Vega, director de la fundación.¿Quién despojó las tierras en Colombia?“Hoy hay 5.800 sentencias de restitución de tierras; 66 empresas han sido condenadas a devolver tierras, empresas como Argos, que hoy en día es una multinacional y empezó como una cementera aquí en Antioquia, tiene 14 sentencias en contra para devolver tierras, la Continental Gold, la Anglo Gold Ashanti, Exploraciones Chocó, esas empresas les han suspendido los títulos de explotación minera”, afirmó Vega.Noticias Caracol buscó la respuesta a estos señalamientos en las tres empresas. Argos aseguró que “las decisiones judiciales de restitución de tierras han determinado que Tekia y Argos fueron compradores de buena fe, sin vínculos con grupos ilegales, quedando claro que no se generaron desplazamientos ni despojos” y que la empresa decidió orientar esfuerzos en reforestación y compensación ambiental en los Montes de María.Por su parte, la Anglo Gold Ashanti reaccionó al informe asegurando que no está relacionada directamente ni indirectamente con despojo y abandono de tierras. A su turno, la Continental Gold prefirió abstenerse de pronunciarse sobre el tema.