El Chocó es una de las zonas de Colombia más devastadas por la minería ilegal. La Policía Nacional desplegó a sus unidades especiales en Nóvita y Condoto.
El Clan del Golfo y los grupos residuales extraen de manera ilícita el oro, que sacan del río San Juan y Tamaná.
Desde lo alto, se aprecia el impacto ambiental causado por esta peligrosa práctica en las selvas chocoanas y los ríos que recorren los municipios de Nóvita y Condoto. Las imágenes registran grandes terrenos afectados de manera drástica por las bandas que operan en la región.
Los hombres expertos de la Policía Nacional se toman el lugar y lo que encuentran demuestra una vez más el tremendo daño de los recursos naturales en esta zona.
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Los grupos delincuenciales, cuya incidencia en el país ya supera los 170 municipios, utilizan excavadoras y los denominados ‘dragones’ que les permite succionar el agua y la arena del rio.
Lo grave es que en esta actividad incluyen el uso del mercurio.
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“Colocan tapates con mercurio y ahí es donde se hace el lavado y esto cae al río”, explica el coronel Pedro Pablo Astaiza, oficial de operaciones contra la minería ilegal de la Policía Nacional.
Según las autoridades, por lo menos 80 ríos en Colombia están afectados por la minería ilegal. Los que están contaminados con metil-mercurio son difíciles de recuperar.
Entre ellos se encuentran:
· El Atrato y Quito en Chocó
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· Sambingo y Timbiquí en Cauca
· Nechí en el Bajo Cauca antioqueño
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· Reposo en el Valle del Cauca
· Norosí en el sur de Bolívar
· Telembí en Tumaco
En el Bajo Cauca antiqueño las imágenes reflejan el dolor por la pérdida irreparable de la biodiversidad. En la zona hay tala, sedimentación y contaminación de mercurio, todo provocó el desvío del cauce del río Nechí.
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En el último año, la explotación ilícita de yacimientos mineros en el Chocó dejó rentas ilícitas cercanas a los 4.300 millones de pesos, equivalentes a la producción de 4 kilogramos de oro mensuales en esta región.
El 65 por ciento de las exportaciones de oro serían resultado de actividades ilícitas. Son alrededor de 52 toneladas que representarían 114.400 millones de pesos, cada gramo a 220 mil pesos.
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