Todo un conflicto ha sido la construcción de la Troncal de Los Andes, una variante para descongestionar el tráfico vehicular entre el municipio de Chía y la autopista Norte. De acuerdo con expertos y ambientalistas, la carretera podría acabar con un humedal que hay en la zona.
Después de dos años, el proyecto es casi una realidad, una obra cuyo costo se estima en 116 mil millones de pesos, una vía de doble calzada y de 3,4 kilómetros, pero la polémica radica en que para varios biólogos y conservacionistas esta construcción pasaría por un humedal.
“Ya hicimos un análisis previo. Nos lo hizo un profesor que es especialista en ritmo de aguas. Él hizo una proyección, en el pasado y en el tiempo, de cómo se ha comportado y es el comportamiento típico de un humedal”, manifestó la directora del programa de Biología de la Universidad del Bosque, Clara Santa Fe.
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A pesar de ello, para la Corporación Autónoma Regional (CAR), autoridad ambiental de la zona, no existe tal humedal y para la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) se dio luz verde al proyecto porque la CAR así lo dispuso.
De acuerdo con la subdirectora de la ANLA, Ana Mercedes Forero, visitaron el campo y la CAR nunca les informó sobre la existencia de un humedal o un área protegida.
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La Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), encargada de contratar la obra, manifestó que se ha actuado conforme a la ley y a lo que lo definan las autoridades ambientales, razón por la cual se avanzó con el proyecto.
“Desde que se hicieron los diseños y estructuración de la fase tres, se obtuvo la licencia ambiental por parte de la Agencia Nacional de Licencias Ambientales y hoy los permisos ambientales están garantizados para adelantar la obra”, declaró Eduardo Gutiérrez, vicepresidente de gestión de la ANI.
Acorde a Ana Mercedes Forero, para que la ANLA pueda definir esta zona como un humedal necesita que la CAR de Cundinamarca la declare como tal, hecho que hasta la fecha no ha ocurrido.
Mauricio Mustafá, representante de los dueños del predio San Jacinto, lugar donde está ubicado el cuerpo de agua y por donde pasará la vía, sostiene que quienes construyen la troncal no fueron claros cuando pidieron la licencia ambiental.
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“El señor de la otra orilla, que también defiende un interés económico, lastimosamente para la hora de hacer la petición para la licencia ambiental ocultó la existencia de un cuerpo de agua, que según un montón de científicos y académicos tiene todas las características para ser reconocido como un humedal”, expresó Mauricio Mustafá.
En concordancia con Mustafá, a los dueños no les interesa los terrenos que ocupa el cuerpo de agua porque son zonas inundables y lo que quieren es donarla a una institución que las conserve.
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“Recibí la instrucción perentoria de los propietarios de la tierra para ofrecerle el predio en donación a la CAR para que se encargará de cuidar el humedal, no hubo respuesta”, agregó Mustafá.
Para la ANI, lo que hay en este caso es un pulso entre el Estado y los dueños de los terrenos por el valor de los predios. Sin embargo, Mustafá no niega que sus representados tengan un interés comercial, pero defiende su posición de conservar el presunto humedal.
Por ahora, la obra tiene dos inconvenientes: el primero es solucionar la negociación del predio San Jacinto y el segundo, el más importante, determinar si en esta zona es en realidad un humedal.
A esta discusión también entró la Personería de Chía y denunció irregularidades en el proceder de la CAR.
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Conforme a la personera del municipio Faysuli Blanco, se solicitó a la Corporación Autónoma Regional que hiciera una caracterización del cuerpo de agua y otro cercanos. No obstante, no se recibió respuesta alguna, por lo cual se interpuso una acción de tutela para que las autoridades se pronuncien sobre este tema.
En una grabación del pasado 4 de diciembre, el director de la CAR Cundinamarca, Luis Fernando Sanabria, dio fe de la riqueza y la biodiversidad de la zona durante una visita al lugar. “Es un paraíso ambiental”, manifestó en el video.
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Pese a la declaración del director, los veedores ciudadanos que lo acompañaron ese día señalaron que Sanabria se echó para atrás.
“Sin embargo, cuando se reúne con nosotros los colectivos ciudadanos, ese mismo día, se niega a reconocer que es un cuerpo de agua de importancia ecosistémica”, dijo el veedor ciudadano Javier Reyes.
En unas aerofotografías tomadas por Instituto Agustín Codazzi se observa el cuerpo de agua y las fotos son consecuentes con un plano de la CAR y el IGAC, del 2011, que lo demarcan como un humedal.
En otros documentos oficiales, como el de una mapa de la capacidad de uso de tierras hecho por la Alcaldía de Chía, del 2012, también aparece referenciado como un humedal.
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“Son estudios que están avalados por la CAR desde el 2011. Se evidencia el humedal, sin embargo, cuando uno revisa la licencia ambiental desaparece esta información, tenemos un país con una tradición corrupta y nos vienen a decir que la información no está ¡Falso!”, dijo el veedor ciudadano Javier Muñoz.
Hace pocos días, decenas de estudiantes de Biología de la Universidad del Bosque trabajaron la caracterización del cuerpo de agua. Lograron captar imágenes de varios animales propios de las zonas de humedales que viven allí.
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De acuerdo con el colectivo de biólogos, la fauna y flora del sector los llevó a firmar que sí es un humedal.
“Algunas especies de aves rapaces como el maromero, también tenemos especies cómo la comadreja, entonces podemos decir que son de bastante interés y pueden llegar a ser muy representativas de los humedales de la Sabana de Bogotá”, declaró el biólogo de la Fundación BMC Colombia Daniel Felipe Gonzáles.
Otra de las denuncias que hizo la Personería de Chía es el porqué las autoridades ambientales no realizaron un estudio antes de entregar la licencia.
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Para los dueños del predio San Jacinto el trazado original de la vía no afectaba el cuerpo de agua, que fue modificado, pero para la ANI no se justifica un nuevo trazado porque la obra saldría más costosa.
El objetivo de la Troncal de los Andes es descongestionar el tráfico vehicular del Municipio de Chía conectándolo con la autopista Norte, pero ya corresponde a la CAR dar la última palabra si continúan con la obra o protegen el presunto humedal.
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En resumen, para la ANI, la CAR y la ANLA no hay un humedal y por eso la obra continúa y para eso hay un proceso de expropiación de predios. Los dueños de San Jacinto indican que irán hasta las últimas instancias judiciales.