La desmovilización de las AUC en los Montes de María, Bolívar, supuestamente traería días de calma para sus habitantes, pero la realidad es que los grupos armados, hoy bajo otro nombre, siguen en los territorios y su control es total. A cinco meses de las elecciones regionales hay preocupación en la zona.
El corregimiento de Las Palmas, en San Jacinto, es un pueblo que está proceso de reparación colectiva por las masacres que perpetraron las AUC a finales de 1999, allí poco ha cambiado pues ahora están las autodefensas gaitanistas.
En el Carmen de Bolívar la cosa no es distinta. En esta zona existe un temor bien fundado entre su gente, saben que los vigilan. El campanero puede ser cualquiera, no se fían de nadie, saben que los observan, tienen claro que las paredes escuchan y que cada esquina tiene su dueño.
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“En el día a día es un poco difícil porque las personas temen ir a la finca a trabajar porque no saben con quiénes se van a encontrar allí y en las comunidades, los pueblos, tampoco. Es un poco difícil porque están controlando el tiempo, la hora en que las personas tienen que dormir, ponen horario en la noche para que a partir de tal hora no continúen en las calles”, comenta una lideresa zenú.
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Dicen las comunidades de los Montes de María que ni siquiera esperan un desplazamiento masivo porque se sienten confinados en su propia tierra.
“Muchas comunidades han intentado salir y estos grupos lo que han dicho es: no se vayan porque los necesitamos aquí, como escudo, ósea, un desplazamiento masivo como tal ellos no lo van a permitir, pero sí hay un confinamiento y es vivir dentro de la zozobra y mezclados con los grupos armados a la fuerza porque nosotros somos sociedad civil”, resalta la lideresa de los Montes de María.
En un panfleto que ha hecho circular este nuevo grupo armado, que se presenta como un reencauche de los antiguos rastrojos costeños, se declara enemigo del Clan del Golfo y el ELN, su presencia hace más compleja la situación porque es un nuevo actor en la confrontación armada.
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Desde el 1 de enero de 2021 y hasta el 5 de abril de 2023 se han registrado 18 agresiones contra líderes sociales y defensores de derechos humanos, ocho municipios de la subregión fueron afectados por violencias selectivas y, según Indepaz, en lo corrido del año han sido asesinados tres líderes sociales en la zona. La Defensoría del Pueblo advierte que las AGC se perfilan como las presuntas responsables.
Aclaración de Noticias Caracol sobre el informe especial de Montes de María:
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