Una de las consecuencias más graves de la invasión a Ucrania es la crisis en la exportación de urea, pues estos dos países son los mayores productores a nivel global. Si el conflicto se extiende, se podría generar una emergencia alimentaria en el planeta.
Incluso aún antes de la guerra, los precios de fertilizantes ya habían subido, lo que ha ocasionado que los campesinos hayan tenido que reducir el cultivo de productos, lo que a su vez genera escasez e inflación.
Manuel Iván Gómez, docente de la facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional, explica por qué se puede llegar a una crisis por falta de alimentos.
“Si no hay el buen uso o el manejo adecuado de fertilizantes, se puede perder ese potencial productivo, podemos disminuir por lo menos entre un 30% hasta un 40% y, en algunos casos, hasta el 50 % la producción de alimentos”, dice Gómez.
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La otra alternativa, sin olvidar la importancia de los procesos químicos, dice el profesor Gómez, es pensar en fertilizantes de origen orgánico para dejar la dependencia de los productos importados.