Una carta en poder de la Unidad Investigativa de Noticias Caracol podría ser una de las primeras piezas para establecer las relaciones que ‘Otoniel’ y su organización criminal habrían sostenido con la élite del poder colombiano.
Allí se mencionan supuestos acercamientos para la venta de una finca entre dos de los más importantes lugartenientes del capturado capo y el expresidente de la Corte Constitucional, Jorge Pretelt Chaljub , el mismo que fue condenado a seis años de cárcel, en primera instancia, porque exigió un soborno de 500 millones a la empresa Fidupetrol para favorecerla en el trámite de una tutela.
Se trata de un texto de cuatro páginas escrito a mano, con fecha del 31 de octubre de 2016, que alias ‘Peludo’ le envió a alias ‘Gavilán’, quien en ese entonces era el segundo al mando del Clan del Golfo, solo detrás de ‘Otoniel’, y quien murió en un bombardeo de la fuerza pública en 2017.
‘Peludo’ comienza la carta dándole parte a ‘Gavilán’ de las actividades de la estructura: “Seguimos con los cursos de comandantes. Eso lo vamos a hacer con los mandos de frente y segundos”. Luego, Peludo habla de un político y un negocio que no es claro: “Ya mandé hablar con el diputado y me mandó decir que arranquemos otra vez y ‘el Indio’ me iba a colaborar con el comprador en la ciudad”.
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Finalmente, ‘Peludo’ le dice a ‘Gavilán’ que supuestamente el exmagistrado Jorge Pretelt le había ofrecido una finca en venta:
Amigo, por ahí Jorge Pretelt tiene una finca por Platas Arriba que era del papá de ‘Tuso’. Él me la mandó ofrecer, dice que le dé una partecita en plata y que recibe cosas. No sé usted cómo la ve para hacer negocio y le dábamos los lotes de Montería. También tenemos el carro Land Rover que dio ‘Macaco’. Pues digo yo, si usted acepta es una buena tierra.
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La carta hace parte de las comunicaciones internas de los jefes del Clan del Golfo que fueron incautadas por la Policía durante la Operación Agamenón, la misma misión que desembocó en la caída de ‘Otoniel’.
El mensaje indica que la finca supuestamente ofrecida por Jorge Pretelt sería la hacienda La Corona, ubicada en zona rural de Turbo, Antioquia. Y esto se puede saber porque Platas Arriba, la vereda que menciona Peludo, queda en el mismo corregimiento donde estaban ubicados los predios de Pretelt. Esas tierras quedan en el corazón de los dominios del Clan del Golfo, en Urabá. De hecho, están ubicados a unos 30 kilómetros del lugar donde ‘Otoniel’ fue capturado la semana pasada.
Para octubre de 2016, Pretelt enfrentaba una demanda de restitución de tierras con la que podía perder parte de su hacienda. Fue cuando ese pleito ya estaba en marcha que el exmagistrado habría intentado salir de su finca, ofreciéndosela a ‘Peludo’.
Noticias Caracol consultó al exmagistrado Jorge Pretelt, quien respondió por chat: “No sé quién es alias ‘Peludo’. No he enviado cartas ofreciendo fincas. No he vendido ninguna propiedad”.
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Además, en su respuesta agregó en tono de amenaza: “Me parece grotesco que usted afirme que yo estaba intentando tener negocios con el Clan del Golfo. No sea mentiroso. Sea serio y responsable. Lo demandaré si me hace esa acusación”.
Las tierras que supuestamente Jorge Pretelt intentó venderle al Clan del Golfo tienen detrás una historia de violencia y despojo.
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En 2005, el exmagistrado englobó sus cinco predios en zona rural de Turbo, Antioquia, para conformar la hacienda La Corona, de 243 hectáreas. Dos de esos predios acaban de ser restituidos a familias campesinas que durante años lucharon para demostrar, con apoyo de la Unidad de Restitución de Tierras, que habían sido desplazados por los paramilitares y que vendieron sus propiedades en contra de su voluntad, por miedo a ser asesinados.
Reynaldo Villalba, de 79 años, había sido desplazado en 1992, según consta en la sentencia del Tribunal Superior de Antioquia que le devolvió la finca.
"No hay como Dios. Nos salimos de la finca porque llegaron paramilitares y me dijeron que les tenía que vender la finca o se la compraban a la viuda (sic) situación tensa que salimos dejando abandonada todas las cosas", relata.
Esa zona era dominada por Carlos Castaño, fundador de las Autodefensas Unidas de Colombia, y muy cerca al predio No hay Como Dios quedaba la finca La 35, que se convirtió en un campo de entrenamiento de paramilitares.
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Seis años después, en 1998, los paramilitares Teófilo Hernández y Evelio Díaz llegaron hasta la casa en Montería a la que se había ido a vivir la familia Villalba tras su desplazamiento. Allí concretaron la venta de la finca por un precio mucho menor a su valor real.
Meses después, el paramilitar Evelio Díaz le vendió el predio a Martha Ligia Patrón, esposa de Pretelt y quien desde 2016 se desempeña como funcionaria de la Procuraduría General. Ella, por su parte, le transfirió el terreno a su marido.
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Algo similar ocurrió con el predio Alto Bonito, restituido a Argenida María Hernández, hija de Manuel Gregorio Hernández, el legítimo propietario de la finca, quien falleció en 2014.
Así denunció Argenida el desplazamiento: "El cuatro de enero de 202, un grupo al margen de la ley que operaba en la vereda La Puya que corresponde al corregimiento San José de Mulatos, municipio de Turbo, llegó a la finca donde vivía mi papá y lo amenazaron que debía vender o entregar las escrituras de la tierra que poseía, que era una finca de nombre Alto Bonito, la finca tenía 35 hectáreas aproximadamente, con 16 cabezas de ganado, caballo, cerdos, gallinas".
En 2003, tras ser intimidado, Manuel Gregorio Hernández le vendió sus tierras a Martha Ligia Patrón, esposa del exmagistrado, en una situación que de manera incuriosa fue aprovechada por la familia Pretelt”, según el fallo del Tribunal Superior de Antioquia.
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Al igual que con el predio No hay como Dios, Martha Ligia Patrón también le transfirió Alto Bonito a su esposo. Pretelt los englobó en su gran hacienda La Corona. A finales de 2015, la Unidad de Restitución de Tierras interpuso una demanda pidiendo que esos predios fueran devueltos a las familias Villaba y Hernández.
Menos de un año después, cuando la demanda ya estaba en curso, ‘Peludo’ escribió la carta a ‘Gavilán’ diciéndole que Pretelt les ofrecía la venta de la finca.
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En medio del pleito de restitución, el exmagistrado argumentó que en estos casos no hubo ni desplazamiento ni despojo, y que la venta de los predios fue voluntaria. El Tribunal, sin embargo, no le dio la razón y aseguró que el exmagistrado no pudo demostrar su buena fe al adquirir esas tierras.
El fallo que les devolvió No hay como Dios y Alto Bonito a las familias Villalba y Hernández se profirió el 9 de marzo de 2020.
Sin embargo, la entrega tardó más de un año en concretarse precisamente por la situación de seguridad de la zona, dominada por el Clan del Golfo y que, ahora se sabe, estaba muy cerca, a unos 30 kilómetros del lugar donde se escondía Otoniel.
Con esa entrega se cerró el capítulo del despojo de esas tierras en los predios de Jorge Pretelt Chaljub.
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La carta de ‘Peludo’ a ‘Gavilán’, sin embargo, abre un nuevo capítulo sobre las relaciones que el exmagistrado presuntamente pudo haber sostenido con miembros del Clan del Golfo que dominaban la región del Urabá.