Guillermo Gaviria, exgobernador de Antioquia y su asesor de paz, Gilberto Echeverry creían en la no violencia para sacar al país de la guerra. El 17 de abril de 2002, el fotoperiodista Jesús Abad Colorado partió con ellos y centenares de personas desde Medellín, y durante cinco días recorrieron varios municipios del occidente antioqueño.
La marcha tenía como objetivo la población de Caicedo, donde los habitantes vivían una situación compleja por la disputa entre paramilitares y las FARC.
Esta guerrilla había robado además a la cooperativa de los campesinos, varios cargamentos de café y los dejó sin su principal sustento.
El 21 de abril, cerca de Caicedo, en el puente del Vaho, guerrilleros del frente 34 interrumpieron la marcha, con engaños apartaron al gobernador y a su asesor de paz para luego secuestrarlos.
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Guillermo y Gilberto fueron asesinados por las FARC junto con 8 militares que también estaban secuestrados, el 5 de mayo de 2003 en un intento de rescate del Ejército en contra de la voluntad de sus familias.
Ahora, 19 años después, Jesús Abad Colorado volvió al municipio de Caicedo para ser testigo del perdón que dirigentes de las antiguas FARC ofrecerían a los habitantes del pueblo y a las familias de los líderes asesinados.
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