Hernando José Molina fue un exmiembro del ELN que después de pagar por 84 meses sus crímenes en prisión se convirtió en defensor del medioambiente y el desarrollo sostenible. No obstante, el destino le tenía preparado un desenlace mortal: integrantes de esa guerrilla lo asesinaron.
Su esposa, que lo recuerda como un gran sembrador, pide verdad y justicia.
“Su relación humana la tejió alrededor de la siembra. Creo que en los últimos años le dio más a la gente que cuando estaba en armas. El hecho de que él no volviera al ELN fue tomado como una traición”, indicó la mujer.
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El 7 de agosto 2020, aduciendo de manera infame la aplicación de la mal llamada justicia revolucionaria, el ELN reconoció el asesinato de ese líder ambiental.
“Que el mundo conozca que la defensa de este ser humano me puede costar la vida”, concluyó la mujer.
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