Franklin Caldera, teniente primero del Ejército venezolano, es uno de los hombres más buscados por el régimen de Nicolás Maduro. También es el protagonista de una historia que podría terminar en un nuevo y grave incidente entre Colombia y Venezuela.
A comienzos de febrero de este año, Caldera fue secuestrado en extrañas circunstancias cuando se encontraba en Cúcuta visitando a su hijo menor de edad.
"Soy el ciudadano Franklin Caldera, padre del primer teniente Franklin Caldera, el cual fue secuestrado en Colombia por un grupo armado y el DGCIM”, denunció el angustiado papá del joven oficial.
Según las denuncias de familiares, amigos y antiguos compañeros de armas, Caldera fue secuestrado en la capital de Norte de Santander por integrantes del ELN y funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar de Venezuela (DGCIM).
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"Me comenta que estaba secuestrado, que aquí en el territorio de Colombia, aquí en Cúcuta, lo agarraron la DGCIM y se lo llevaron secuestrado a Venezuela, lo montaron en una avioneta en Táchira hasta Caracas", dijo a Noticias Caracol la compañera sentimental del teniente, quien por razones de seguridad pidió omitir su nombre.
Daniela, como la llamaremos, reveló su último dialogo con él por chat, en donde le contaba las condiciones en las que estaba y que logró fugarse.
Once días sin comer, pura agua. Se fueron a trotar, se quedaron tres y me volé. Ando asustado, si me agarran de pana, prefiero que me peguen un tiro. Brayan me entrego, aún no lo creo, de pana.
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“Me contó que se escapó, que lo tuvieron 11 días secuestrado. Él estaba muy impactado, estaba en shock, porque decía que no podía cree que Brayan lo había entregado. Me pedía ayuda. Ahí empecé a hacer la campaña de que obviamente él estaba secuestrado y hasta el sol de hoy que no han dado noticias de él ni fe de vida”, contó Daniela a Noticias Caracol.
La noticia de la fuga de Caldera de la unidad militar donde estaba retenido también quedó documentada en varias fotografías que registraron cómo, en las principales vías de Caracas, integrantes de la DGCIM, vestidos de civil y fuertemente armados desplegaron una operación para recapturarlo.
“El 25 él recibe dos disparos. Fue cuando nos enteramos de que lo vuelve a agarrar el DGCIM. Hasta ahí no sabemos más nada. Por otros medios buscamos la manera de ver si estaba con vida, si estaba bien, y sí sabíamos que estaba vivo, pero ni el gobierno ni el DGCIM se han pronunciado, que es nuestra gran preocupación”, sostuvo la mujer.
Antiguos compañeros del teniente que están en Venezuela le han confirmado a la familia la versión sobre las heridas que recibió Caldera durante la recaptura. Algunos aseguran que estaría siendo atendido en el hospital militar de la capital venezolana, pero no existen registros oficiales que así lo demuestren.
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El caso Caldera genera varios interrogantes: ¿agentes de inteligencia venezolanos estuvieron en territorio colombiano violando la soberanía nacional para cometer un secuestro? ¿Integrantes del ELN participaron en esta operación ilegal? ¿El DGCIM y el ELN son aliados?
La unidad investigativa de Noticias Caracol reveló hace dos semanas los correos en donde queda en evidencia la estrecha relación y colaboración entre altos mandos de la DCGIM con guerrilleros del ELN. Los documentos secretos demuestran que participaban en operaciones conjuntas de narcotráfico y adquisición de armamento militar.
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Desde hace varios meses, un sector de la contrainteligencia colombiana tenía información de que la DGCIM y el Servicio de Inteligencia Bolivariano (Sebin) enviaron agentes a Colombia con el objetivo de hacer una cacería de desertores de alto perfil.
El secuestro de Caldera sería la primera operación conjunta de este tipo en territorio colombiano con colaboración de la guerrilla.
Según fuentes militares venezolanas, el encargado de coordinar con el ELN el plagio del oficial fue el teniente coronel Alexander Enrique Granko, quien tiene el cargo de director de asuntos especiales de la DGCIM. Se trata de uno de los hombres más cercanos al general Iván Hernández Dala, mencionado en los correos del grupo guerrillero como su principal colaborador en Venezuela.
¿Por qué el teniente Caldera es un objetivo tan importante para Venezuela?
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“Él salió de Venezuela aproximadamente el 13 de enero del 2019 por estar en desacuerdo con el presidente Nicolás Maduro. El 23 de enero del 2019 se pronuncia desde Colombia por un medio de comunicación, acompañando al general Milano”, contó el padre del militar.
"Él se va de su país obviamente siendo desertor porque no estaba de acuerdo con el gobierno de Nicolás Maduro y él como es un militar opositor, el gobierno venezolano lo tenía en la mira. No podía acercarse allá porque era peligroso para él. Él estuvo implicado en la operación Aurora”, afirmó Daniela al dar detalles de la situación que llevó a su compañero a desertar de las filas del Ejército.
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Caldera, junto con otros 10 militares venezolanos y con el apoyo de 30 indígenas reservistas de las FF. MM. de ese país, protagonizaron una cinematografía operación militar bautizada con el nombre clave Aurora. Parte del grupo salió de Cali, pasó a Ecuador, Perú, Brasil y finalmente llegó al sur de Venezuela.
El 22 de diciembre de 2019, el oficial y sus compañeros asaltaron el batallón 513 Mariano Montilla, ubicado en el municipio Gran Sabana, en el estado Bolívar, frontera con Brasil. De allí sacaron un arsenal de 112 fusiles y 9 lanzacohetes RPG.
"Quien les habla es el primer teniente Hidalgo, en compañía del teniente Franklin Caldera y el teniente Ruso Cárdenas. Nosotros, objetivos militares de la Fuerza Armada Nacional, nos dirigimos a la nación luego de haber efectuado la operación Guaipacá o en su defecto operación Aurora, a pesar de superarnos en número y poder en fuego”.
Ese es uno de los pronunciamientos que están en un video publicado por tres de los oficiales desertores, entre ellos Caldera, pocos días después del asalto al cuartel militar.
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La operación, sin embargo, no resultó como la habían planeado y, por el contrario, terminó en un fiasco. En la reacción al asalto, el Ejército de Maduro recuperó el 80% de las armas y capturó a 18 de los golpistas.
Lo que hasta ahora se comienza a descubrir a raíz del secuestro del teniente Caldera es que la operación Aurora se gestó en territorio colombiano en forma paralela y con los mismos cerebros que la llamada operación Gedeón. Esta última fue un intento de golpe contra Maduro en el que un grupo de mercenarios, sin armas y desnutridos, pretendían derrocarlo.
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Una numerosa parte del grupo partió de Maicao hacia Caracas el 3 de mayo del 2020. Pero los resultados fueron nefastos: ocho personas muertas, 17 capturadas por el régimen y una violenta arremetida de Maduro contra Colombia señalando al país de patrocinar y promover una conspiración internacional en su contra.
Uno de los militares que participó en la operación Gedeón declaró ante la Fiscalía colombiana que el plan para derrocar a Maduro contemplaba en realidad dos operaciones comandadas por el mayor general Cliver Alcalá. Gedeón, que entraba por el norte del país, y Aurora, que atacaba por el sur de Venezuela.
“Según Cliver Alcalá, la operación iba a consistir en entrar por Maicao con 300 hombres y tenía 400 por los lados de ciudad Bolívar, frontera con Brasil. Por Bolívar iban avanzando para entrar con todo a Caracas, esa era la locura que pensaba mi general (...) dijo que por el lado de Brasil contaba con 500 fusiles".
Cuando la operación Gedeón fracasó, Maduro enfiló su artillería contra Colombia.
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“Fue cuando nosotros recibimos la embestida imperial ordenada por Washington, preparada y ejecutada por el gobierno oligarca narcotraficante de Iván Duque en Colombia y ejecutada en la llamada operación Gedeón", dijo el jefe del régimen venezolano en una alocución.
Sin embargo, meses antes, el mismo gobierno de Maduro había acusado también a Colombia de promover y respaldar la operación Aurora.
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"Informamos que se desmanteló un plan conocido como Navidad sangrienta. Utilizaba desertores que se encontraban entrenados en campamentos paramilitares en Colombia y ahora hemos descubierto también que parte del entrenamiento y dotación logística no solamente ocurrió en Colombia -que es el centro de operaciones protegidos, amparados y financiados por el gobierno de Iván Duque-, sino que también hemos encontrado factores de participación de los gobiernos de Perú y de Jair Bolsonaro, en Brasil", afirmó en su momento Jorge Rodríguez, ministro de Comunicaciones de Venezuela.
El asunto no tuvo mayor difusión mediática en Colombia debido a que todo ocurrió entre la semana de Navidad y Año Nuevo de 2019. En ese momento, la Cancillería colombiana negó los señalamientos por medio de un escueto comunicado público.
No obstante, informes de inteligencia colombianos, en poder de Noticias Caracol, demuestran que las agencias de inteligencia sí tuvieron información sobre estas dos operaciones a diferencia de lo que ha sostenido el gobierno.
Después del fracaso de la operación Aurora, el teniente Caldera logró escapar a Brasil un tiempo y finalmente terminó viviendo en Colombia, en donde estaba trabajando como domiciliario junto a un hombre conocido como Brayan Pérez.
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Los informes secretos de agencias de inteligencia relacionan a Pérez como uno de los principales protagonistas de las operaciones Gedeón y Aurora. Diversas fuentes coinciden en afirmar que Pérez habría convencido a Caldera de retomar una nueva operación militar contra el régimen de Maduro. Con ese argumento lo habría persuadido de trasladarse hasta Cúcuta con la intención de estudiar la posibilidad de comprar armas.
Caldera habría sido víctima de una trampa que terminó con su secuestro en Colombia y su desaparición en Venezuela. Aurora, al igual que Gedeón, fueron operaciones infiltradas por hombres de Maduro, razón por la cual fracasaron.
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"Solamente sabemos por los medios de comunicación lo que los demás saben: que una persona lo entregó, que funcionarios del DGCIM pasaron a territorio colombiano y lo secuestraron en conjunto con un grupo armado", dijo el padre del teniente Caldera.
En su momento, la Dirección Nacional de Inteligencia -DNI-, le dijo a Noticias Caracol que nunca tuvo participación en la operación Gedeón y que desconocía que se estaba desarrollando en Colombia.
¿También desconocía la existencia de la operación Aurora y que su líder había sido secuestrado, al parecer, por agentes de inteligencia militar venezolana y miembros del ELN?
En Venezuela nadie da razón de Caldera y su familia pasa los días más aterradores de su vida. En Colombia, entre tanto, altos funcionarios de la DNI, del comando general de las Fuerzas Militares, Cancillería y Migración Colombia aseguraron que no saben nada de la operación Aurora y del teniente secuestrado.
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