Desde hace más de una década, habitantes del corregimiento El Juncal, en el municipio de Palermo, Huila, vienen presentando casos de fluorosis. La situación ha llegado a tal punto que a losniños
y jóvenes no les gusta sonreír.
“Yo casi nunca sonrío ni nada porque, pues, es feo que le digan que uno tiene los dientes amarillos y se ven feos”, cuenta Santiago Plazas, un menor afectado por la fluorosis.
“No reímos porque nos da como pena, nos sentimos mal”, agrega, por su parte, Karen Fierro, otra menor con fluorosis.
Los pobladores aseguran que la problemática de salud es por el agua que consumen.
“Esa agua es muy mala, ahí nomás que me le miren los dientes a los niños”, asegura Jessica Vásquez, madre de uno de los menores afectados.
Constanza Montero, vocera de la Secretaría de Salud del Huila, explica que el problema “se da en la etapa de gestación y en la edad temprana de la infancia”.
“Es una desmineralización del esmalte y la dentina”, puntualiza.
Desde un pozo se extrae el agua que consumen los habitantes del corregimiento El Juncal y es transportado mediante tubería hasta unos tanques, en donde se somete a un procedimiento. Sin embargo, según análisis, el líquido que están consumiendo estas personas no es apto.
Estudios de la Secretaría de Salud demuestran que el agua presenta alto nivel de flúor, lo que llevó a varias universidades a investigar el caso.
“Siempre, los niveles de fluoruro estuvieron por encima de lo que determina la norma nacional”, señaló Ángela Goretty García Gómez, ingeniera química de la Universidad Surcolombiana.
“En una parte por millón, lo que permite el consumo humano para que no genere daños en la salud. Nosotros estamos consumiendo por encima del 2,8%”, explicó Iván Reyes, líder de El Juncal.
Ante estas cifras se realizó otro análisis y esta vez fue en 89 niños de la región. El resultado, según Montero, “que sí hay un exceso de flúor”.
“Para que haya una fluorosis, el flúor debe estar presente en el agua por encima de una parte por millón y sí está por encima de este valor”, anotó.
Ángela Goretty explica que “altos niveles de fluoruro pueden generar diferentes afectaciones a nivel cognitivo, a nivel óseo, en la parte de los huesitos, a nivel de los dientes”.
“Queremos que nos arreglen esta situación, hemos hecho muchas denuncias”, aseguró Simón Díaz, Otro líder de El Juncal.
Desde la Alcaldía de Palermo, aseguran que, aunque había un contrato para mejorar el acueducto, los tiempos no se cumplieron.
“Un contrato que, por muchos años, estaba pendiente de su avance o su respectiva terminación para así iniciar de nuevo un proceso que cumpla con las condiciones de fuente de abastecimiento”, dijo Juan Carlos Castillo, secretario de Planeación de Palermo.
Los 5.000 habitantes del corregimiento El Juncal no quieren esperar otros diez años para poder sonreír. Por eso, piden la intervención urgente del Gobierno nacional para superar por fin esta problemática.
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