Malos hábitos en casa, exposición inadecuada de basuras y la desenfrenada emisión de gases son algunos de los ejemplos más cercanos que tienen los humanos para darse cuenta que sí contribuyen a la delicada balanza del ecosistema, que ahora se inclina en contra.
Emergencias climáticas como la que enfrenta Colombia por cuenta de los incendios forestales es una prueba de ello: según el Gobierno nacional, el país está por encima de las temperaturas máximas registradas en cualquier tiempo histórico que ha tenido el país.
“Hemos batido todos los récords de temperatura”, aseveró Susana Muhamad, ministra de ambiente.
Expertos hablaron sobre las prácticas humanas que contribuyen a que este tipo de emergencias azoten con fuerza.
"No somos muchos conscientes de la huella de carbono que día a día le generamos al planeta y si no lo somos no entendemos que estamos obligados a disminuirla y estamos obligados a compensar. La huella de carbono se genera como nos movilizamos, consumo, alimentos y en la forma como producimos", sostuvo Alfredo Ballesteros, director de la CAR de Cundinamarca.
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La tala indiscriminada, la minería ilegal, quemas agrícolas y construcciones en zonas no permitidas se suman a males que exacerban el cambio climático. Inclusive, la disposición irresponsable de recursos agropecuarios impacta negativamente.
“La ganadería intensiva genera un doble impacto en los ecosistemas: primero, los ganaderos están año a año ampliando la frontera agrícola, degradando, rompiendo áreas de coberturas naturales y nativas. El ganado emite metano, Co2 a la atmósfera y es casi tan nocivo como el uso de vehículos”, agregó Ballesteros.
Para Diego Becerra, magíster y docente universitario, sí es posible revertir el daño hecho: “No reconocernos como afectados del problema, sino como solución”.
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Uno de los fenómenos que trae el cambio climático es el fenómeno de El Niño, que genera sequías y altas temperaturas.
Yolanda González, directora del Centro Internacional para la investigación del fenómeno de El Niño, se refirió a esta condición que afecta al país.
“El actual fenómeno de El Niño nos ha traído nuevas señales. Hemos aprendido que en todo su camino de desarrollo de evolución dejó sequías en unos países, inundaciones en otros y ahora, en el momento de la maduración, está impactando en el norte de Sudamérica y Centroamérica con temas de la sequía. Debemos estar atentos en lo que queda de enero y el mes de febrero”, expresó.