Estos territorios se fueron contaminando por la quinua, el caucho, la evangelización y, sobre todo, por grupos armados que trajeron consigo el narcotráfico.
Por estar en territorio fronterizo con Ecuador hay una constante disputa entre las disidencias de las FARC, narcotraficantes y Autodefensas Gaitanistas de Colombia.
Esa situación situó a la comunidad Siona como una de las 39 indígenas que la Corte Constitucional declaró en riesgo de exterminio cultural y físico.
Por ser una zona de cultivos de coca, grupos armados han sembrado minas antipersonales.
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Unos 33 hombres y mujeres se armaron con bastón y radios para cuidar a las 167 familias que conforman el resguardo También, buscan proteger las 4.500 hectáreas que les heredaron sus ancestros.
Hacen un llamado al gobierno porque también necesitan luz, agua potable, viviendas, placahuellas y casas de pensamiento.