Un total de 14 comunicaciones emitidas por clubes deportivos, que tuvieron como propósito vetar a 17 jugadores de fútbol, hacen parte del paquete de evidencias que tiene la Superintendencia de Industria y Comercio para abrir pliego de cargos por prácticas anticompetitivas a equipos y a la Dimayor.
Detrás de la decisión de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), revelada por Noticias Caracol, también hay declaraciones, correos electrónicos y mensajes de WhatsApp que dan cuenta de la existencia de "un pacto de caballeros" para vetar jugadores.
"Si los jugadores quieren terminar el contrato, pues los vetan para ir a buscar otro equipo y también, si deciden que quieren terminarlo por justa causa, quedan rehenes del club hasta tanto no les suelten los derechos”, afirmó a Noticias Caracol el superintendente Andrés Barreto.
Según el funcionario, la Dimayor conoció varias de las comunicaciones enviadas por los clubes infractores y en dos ocasiones fue replicadora de esos mensajes que pretendían establecer un veto sobre los jugadores.
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Sin embargo, el hoy presidente de la esa entidad niega haber estado enterado.
“Ese tipo de comunicaciones obviamente no las conozco, no las he visto y es además parte de lo que de alguna manera la SIC está investigando. Por eso, no tendría mayores comentarios al respecto”, afirmó Fernando Jaramillo, presidente de la Dimayor.
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Uno de los casos documentados por la SIC ocurrió el 9 de diciembre de 2019 cuando José Augusto Cadena, presidente del Cúcuta Deportivo, remitió una comunicación a funcionarios de la Dimayor.
Se trata de una carta en la que se refería a los jugadores Luis Fernando Miranda y Harrison Mancilla, quienes terminaron su relación con el club de manera unilateral.
"Se solicita abstenerse de hacer cualquier tipo de negociación con algún agente, representante o con el mismo jugador, ya que lo que quieren es dividir el fútbol y sacar ventaja siempre de nosotros los clubes”, decía uno de los apartes de esa misiva.
Esa comunicación fue reenviada dos días después desde los correos de la Dimayor a todos los presidentes de clubes profesionales.
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Pero estos no son los únicos casos que la SIC investiga. En grupos de chats -como el llamado G-36-, del que hacen parte los presidentes de la Dimayor y de la Federación Colombiana de Fútbol, se rotaron comunicaciones en las que hablan de los jugadores como propiedades.
"El jugador Nelino José Tapia Gil se encuentra vinculado con el deportivo Boyacá-Chicó Fútbol Club mediante un contrato laboral (...), el cual tiene vigencia hasta el 31 de diciembre de 2020", dice uno de los mensajes.
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En dicho texto, firmado por Ricardo Hoyos, presidente de ese equipo, se cuestiona que otro club quiera apropiarse del deportista. Por esa razón, pide "mencionar el club que está perjudicando el fútbol profesional colombiano y violando los acuerdos".
Esta comunicación recibió mensajes de "apoyo total" de varios dirigentes y representa para la SIC un presunto intento de veto al futbolista, frente a la mirada permisiva de los presidentes de la Dimayor y la Federación Colombiana de Fútbol.
"La Dimayor, en su rol de ente rector de los clubes de fútbol profesional colombiano, habría tenido conocimiento de la existencia y contenido de listados de jugadores vetados. A pesar de ello y de contar con los mecanismos jurídicos para sancionar estas conductas ante su comisión disciplinaria, mantuvo una posición pasiva permitiendo sanciones de facto sobre los jugadores que pretendieron ejercer sus derechos ante los clubes de fútbol investigados", dice al respecto uno de los apartes del pliego de cargo de la SIC.
En el expediente reposan toda clase de casos recientes y antiguos. Uno de los más llamativos es el de un jugador del Deportivo Pasto que intentó renunciar unilateralmente al equipo.
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Las comunicaciones dan cuenta de cómo lograron frenarle en ese momento una contratación. Para ello, el Pasto habría acudido directamente al club que lo pretendía.
Con casos como los documentados por la SIC, el presidente de la Dimayor afirmó: “Creo que respetando la autoridad de la Superintendencia entendemos y hemos sido notificados de esa apertura de una investigación, tanto la Dimayor como varios de los clubes del fútbol profesional colombiano, y, sobre eso, estamos primero revisando qué contiene esa resolución".
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"Tenemos que ver el expediente para ver cuáles son las pruebas que la Superintendencia incluye en ese expediente. Estamos en eso y sobre el particular vamos a tomar esto con toda la seriedad del caso para poder contestar oportunamente ese requerimiento de la Superintendencia", anotó.
Lo cierto del caso es que frente al gran volumen de pruebas que tiene el pliego de cargos de la SIC no hay duda que hoy la Dimayor, la Federación Colombiana de Fútbol y más de una docena de clubes se preparan para un duro partido.