En las espesas selvas del Valle del Cauca, Chocó y Nariño se esconde una práctica criminal que ha devastado por lo menos 4 mil hectáreas de bosques desde hace varios años. Se trata de la explotación ilícita de maderas.
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Las autoridades hablan de al menos 3 millones 400 mil árboles que han tumbado en zonas de reserva.
Durante cerca de dos años, Ejército, Armada, Policía y Fiscalía le siguieron la pista a las mafias que vienen devastando los bosques, especialmente en el occidente del país.
En medio de los operativos se ha conocido una modalidad para transportar, sin ningún tipo de control, los árboles talados. La explica el general Alejandro Barrera, director de la Policía de carabineros y protección ambiental:
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Ellos llevan esta madera hasta las riberas de los ríos, la sacan en una modalidad que se llama choriceo, donde encadenan los troncos, que pueden tener más de 3.4 metros cúbicos de madera. Encadenan esta madera en una especie de espina de pescado, con cadenas de 100 metros, y la fila puede alcanzar 1 o 2 kilómetros de extensión
Estos criminales pueden talar hasta 300 árboles al día, sin importar que estén en zonas protegidas. ¿Cómo es posible que lo hagan sin ninguna restricción? ¡Estamos acabando con nuestra casa!