Gobernar en Arauca implica transitar un complejo laberinto donde se mueven distintos intereses. Como piezas de un tablero de ajedrez, los dueños del poder mueven sus fichas a su antojo, no siempre en favor de las mayorías. Uno de los temas más polémicos es el ejercicio del poder en el departamento y la delgada línea que se mueve entre la legalidad y la ilegalidad. No en vano, los últimos dos gobernantes terminaron presos o enredados con la justicia.
Los llamados elefantes blancos, eufemismo que se le ha dado a costosas e inconclusas obras públicas, son comunes en el departamento. La renta petrolera trajo abundantes recursos al departamento, pero también una rapiña por los millonarios contratos de obras civiles. Hablamos con analistas para entender un poco cómo funciona la gobernabilidad en las últimas décadas.
La cita es en el monumento a los mártires, un parque que inicialmente pretendía rendirle un homenaje a las víctimas de la violencia. Allí conversamos con Eduardo Cedeño, un agudo analista político e investigador de la región. "Víctimas de las antiguas FARC, víctimas del ELN, víctimas de la avanzada paramilitar en el principio de este siglo, la idea era tratar de crear un espacio de reflexión y demostrar que aquí en Arauca este fenómeno nos ha quitado personas valiosas", dice.
La obra en su momento generó fuertes críticas por supuestos sobrecostos, cuenta Cedeño, pero sobre todo porque desvirtuó el supuesto homenaje a las víctimas. Cuenta que "una de las críticas que se le hace a este espacio por parte de algunos sectores sociales, y sobre todo familiares, es que parece que fuera un monumento de trofeo de guerra, el trofeo de guerra de los paramilitares, el trofeo de guerra de los elenos, el trofeo de las FARC, el trofeo de guerra de políticos que la han hecho mucho daño al departamento y que planearon otras muertes, entonces toma otro sentido que no debía ser".
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El conflicto armado ha estado y está presente en la gobernabilidad del departamento, afirma Luis Eduardo Celis, investigador de la Fundación Paz y Reconciliación. Asegura que el ELN y las FARC han incidido en la política desde la década de 1980 y añade que "son dos factores que han sido un cogobierno en el territorio, no en vano los dos últimos gobernadores de Arauca Facundo Castillo y Ricardo Alvarado están en este momento en procesos penales que tienen como dos caras. Una cara de señalarlos de corrupción, que la justicia los esté investigando y de vínculos con las guerrillas. Creo que la clase política ha sido víctima también porque le ha tocado convivir con varios estados, el Estado formal colombiano, que no funciona bien, y un estado informal representado en las guerrillas, que tiene un arraigo en el territorio".
Dialogamos con algunos de los dirigentes políticos más representativos del departamento. Uno de ellos es Luis Emilio Tovar, exalcalde de Arauca y excandidato a la Gobernación por el partido Centro Democrático en las pasadas elecciones. El Pato, como es conocido por todos, dice que desafortunadamente el poder del ELN es una realidad que no se puede desconocer.
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"Mucha gente se escandaliza cuando uno dice que la guerrilla es prácticamente la que domina el departamento de Arauca porque han tenido incidencia en lo político, lo económico, en lo social; esa estructuración que tiene el ELN impacta en la política. Lamentablemente hay dos cosas; una, que un candidato va y pide permiso y le dan su venia, y otra, que el candidato es de la guerrilla, partidos como el nuestro, el Centro Democrático o el Conservador, que no hemos pedido permiso, igual terminamos afectados por los resultados", sostiene.
Para el liberal Hernando Posso Parales, segunda votación las pasadas elecciones a gobernador y actual diputado a la Asamblea Departamental, la clase política se hizo más corrupta con la llegada de la renta petrolera.
Según él, "desde que el petróleo araucano empezó a salvar la economía del país, desde que nos empezaron a señalar como la Arauca Saudita, le entraron las siete plagas del apocalipsis a esta región: mala planificación de sus gobernantes, corrupción electoral, corrupción administrativa, entes de control totalmente inermes y comprados y una sociedad mendiga, acostumbrada a la dádiva para poder sufragar su voto".
Otro exgobernador, Federico Gallardo, dice que la dinámica de la guerra no permite a los araucanos gozar del estado de derecho, porque "a partir del abandono del Estado y de la presencia del conflicto armado no podemos disfrutar del estado social y democrático del derecho porque el ejercicio de nuestras actividades políticas está muy limitado a la intensidad del conflicto y a la desconfianza del Gobierno nacional sobre los líderes regionales, sobre los líderes de nuestro departamento".
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La prosperidad petrolera llevo a que se imaginara y se soñara tanto una Arauca moderna, que a final de cuentas muchas de las obras que se hicieron se volvieron insostenibles, el gobierno local se volvió dependiente de las ganancias del petróleo y esto hizo que la gente se desapegara más de las obras y que muchas de ellas quedaran en medio de la maleza, cuenta Eduardo Cedeño:
Entonces se pensó en escenarios deportivos, en velódromos donde no había ciclistas, en coliseos donde no había basquetbolistas, en estadios donde no había atletas, donde muy pocas veces se hacían eventos deportivos, no se hizo la inversión social requerida de llegar y las obras se convirtieron en elefantes blancos sin ser el objetivo inicial
Siendo el conflicto armado uno de los problemas más graves para el ejercicio del poder, la expectativa de los diálogos de paz genera una esperanza muy grande para los araucanos, pues todos coinciden en que es la llave para destrabar la región y recuperar la gobernabilidad.
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Luis Celis se declara optimista frente a las futuras conversaciones y cree que "el tema central aquí es construir confianza, y yo creo que el gobierno del presidente Petro y la vicepresidenta Francia Márquez sí pueden liderar un diálogo con resultados y que se vea la construcción de unas iniciativas de paz en el territorio, y creo que son muy logrables. Este territorio es un mundo campesino organizado, pero se requiere escuchar su voz, sus reclamos y sus propuestas".
El representante del Centro Democrático dice que ha llegado el momento de sentarse a conversar porque la guerra no ha traído nada bueno al departamento. "Yo quisiera de corazón que le fuera bien al presidente con ese tema, pero también quisiera que los grupos al margen de la ley, con tantísimo poder en nuestro departamento, también se sentaran a entender que llegó el momento de una guerra que no nos está llevando a ninguna parte, que solo genera temor, tristeza, pobreza", afirma.
El parque de los mártires luce vacío y pocos pueden ingresar, pues está ubicado frente a una guarnición militar y los uniformados temen un atentado si lo abren al público. Para los analistas, esta es una de las tantas obras que no representa el sentido para el que fue construido, es más bien un monumento a la mala planeación y a la guerra que ha desangrado y cohonestado con los malos gobernantes de este departamento.