El amaño de partidos en elfútbol profesional colombiano
es una realidad de la que se habla en voz baja en los camerinos, los estadios y hasta en los despachos de la Fiscalía. Pero son pocos los que se han atrevido a denunciarlo públicamente, como lo hizo hace dos meses Alejandro Guerrero, quien en ese entonces era técnico del Boca Juniors de Cali, equipo de la segunda división.
“Ha llegado un comunicado a los directivos por parte de la Dimayor y por parte de la Federación, manifestando que hay situaciones que se han presentado desde el año 2018. ¿Qué tipo de situaciones se vienen presentando? Que se han amañado los partidos”, dijo el técnico.
Según diversas fuentes consultadas por Noticias Caracol, los amaños suceden sobre todo en el torneo de ascenso del fútbol colombiano. El técnico Guerrero dio la declaración el pasado 13 de mayo, luego de que su equipo perdió contra deportes Quindío en el último partido de la fase de todos contra todos del campeonato.
Tras sus declaraciones, Guerrero fue sancionado por la Dimayor. La entidad que rige el fútbol profesional dijo que vio afectado su buen nombre. Finalmente, le levantaron el castigo, y Guerrero está hoy sin equipo para dirigir.
Noticias Caracol habló con varios futbolistas, dirigentes y tuvo acceso a procesos en la Fiscalía por amaños de partidos. Aunque la mayoría no se atreven a poner la cara por temor a las represalias de los apostadores o a quedar marcados como delatores, un futbolista que ha estado en varios equipos de la A y la B contó cómo le hicieron un ofrecimiento en un partido reciente. “Nos encontrábamos nosotros concentrados para la final del torneo de ascenso, y recibo una llamada de un número privado donde me ofrecen 70 millones por hacerme sacar a los primeros cinco minutos una tarjeta amarilla”.
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Los apostadores buscan todo tipo de arreglos con los jugadores: desde que pierdan un partido hasta que generen un tiro de esquina en un minuto determinado del juego. En las plataformas de apuestas mueven grandes sumas por este tipo de acontecimientos en los partidos.
“Yo cuelgo y a los tres minutos vuelvo y recibo la misma llamada de este número. Me sigo negando y me dicen que me suben el monto a 90 millones de pesos. Yo no acepto. Sigo recibiendo insultos de este sujeto”, cuenta el deportista que pidió la reserva de su identidad.
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Los apostadores suelen contactar a los jugadores desde números privados o por redes sociales. “Cuando llegamos al comedor y nos sentamos soy yo quien levanto la mano, tomo la vocería y pregunto, que levanten la mano a cuántos compañeros, y me levantan la mano dos compañeros más que me dicen que por una cantidad de tiros de esquina y de saques de banda les ofrecían una cantidad de dinero”.
Noticias Caracol conoció un expediente en la Fiscalía en el que la misma Dimayor hizo la denuncia de un ofrecimiento similar. Así lo narró el futbolista que en ese entonces jugaba para el Bogotá Fútbol Club, y que fue contactado por redes sociales antes de un partido contra el Barranquilla F.C.: “Teníamos en Barranquilla un partido muy complicado y que era difícil ganarlo, que ellos me daban 30 millones de pesos si les colaboraba, pero que yo solo no iba a poder hacer eso, que podía decirles a tres o cuatro compañeros más y que si era necesario subir la bonificación lo hacían. Ellos me dicen que si les digo que sí, enseguida me colocan la mitad del dinero y la otra mitad al finalizar el partido, siempre y cuando se obtenga el resultado que ellos quieren”.
Según la denuncia, el jugador se negó a aceptar el ofrecimiento. Sin embargo, aseguró que notó situaciones sospechosas durante el encuentro que, finalmente, su equipo perdió: “Señaló igualmente que el partido en cuestión, es decir el Barranquilla FC vs Bogotá FC, fue un partido donde se observó desde el primer minuto la mala actitud del árbitro hacia ellos. No permitió que ningún jugador del Bogotá FC le hablara y al minuto 15 del partido ya tenían a cuatro jugadores amonestados, y al minuto 20, uno expulsado, acabando el primer tiempo 2 - 0 en contra. Al iniciar el segundo tiempo, aproximadamente al minuto 20, les expulsan otro jugador, aun así y con tan solo 9 jugadores lograron empatar el partido 2 – 2. Al minuto 87, el árbitro pita un penalti en contra del Bogotá FC. Indica que en el video se ve claramente que no hubo y de esta forma fue el 3 – 2 a favor de Barranquilla FC, y así finalizó el partido”.
Este partido ocurrió en 2017. La Fiscalía investigó el caso durante varios años y terminó archivándolo porque no pudo identificar a la persona que llamó al jugador para ofrecerle el soborno.
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Varias fuentes relataron decenas de situaciones similares a este noticiero. Por ejemplo, recientemente hubo un partido que levantó sospechas entre jugadores de la B: el equipo visitante necesitaba ganar para ascender a la A, y efectivamente ganó por cinco goles de diferencia. Al local le expulsaron dos jugadores y cometió tres penaltis.
Sospechas similares hay por montón: de goles extrañamente fáciles en los últimos instantes de un partido, o de jugadas ilógicas como que, en el último minuto de un partido cobren tres tiros de esquina. “He conocido de caso de compañeros que para ganarse la plata fácil hacen muy cómodo el tema de las apuestas. Tengo conocimiento de casos de compañeros se apuestan ellos mismo a que no hacen gol o a que pueden hacer una clase de falta, o un penalti, ellos mismos se apuestan”, cuenta un jugador.
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Pese a que los rumores que se escuchan de amaños son frecuentes, los casos que han sido investigados y sancionados son casi nulos. De hecho, el único de los últimos años es el de Francisco Navas, quien aceptó haberle ofrecido un soborno a un compañero cuando jugaba en Deportes Quindío, en la primera división, en 2017.
“Reconozco públicamente que le ofrecí a Félix García, quien era jugador del Deportivo Pasto, la suma de 10 millones de pesos a cambio de que se hiciera expulsar durante el partido de la liga Águila entre Cortuluá y Pasto. Ofrecimiento que fue rechazado por Félix García”.
El problema afecta a las casas de apuestas, que son las que tienen que pagar los premios a los apostadores que amañan los partidos. Evert montero, presidente de Fecoljuegos, la agremiación que reúne a la mayoría de las plataformas de apuestas online del país, dice que el amaño de partidos se dan sobre todo en la segunda división porque allí los jugadores pasan más apuros económicos. En la B son cientos los futbolistas que reciben un salario mínimo, o sueldos que no pasan de dos millones de pesos mensuales.
“Hay muchachos que llegan con deficiencias económicas muy grandes y son sujetos de ser permeados por estas personas que quieren hacerle esta trampa al deporte”, dice el presidente de Fecoljuegos. Las plataformas han diseñado programas especializados para detectar los eventos deportivos riesgosos y bloquear esas apuestas.
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“Si se está apostando de una manera alta y repetitiva en ese evento que puede ser un penalti en el minuto 30 del segundo tiempo y uno ve que hay una apuesta continua en eso y se van incrementando los montos de la apuesta, pues se genera un riesgo y se genera una sospecha”, explica Montero.
Por la experiencia que tienen en el análisis de estos casos en otros países, saben que se trata de un negocio internacional. “Hay mafias internacionales que tienen una estructura para defraudar casas de apuestas. Ellos son los que les llegan a los jugadores o al deportista o a la persona en competición. Porque no necesariamente es el deportista, puede ser el juez, se abre un ramo de posibilidades. Estas mafias internacionales y seguramente algunas nacionales son las que están muy organizadas para ver cómo hacen esta defraudación”, dice Montero.
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Y el talante mafioso de los apostadores ilegales incluso se ve en actitudes violentas. “El problema es que cuando entran en ello no pueden salirse porque los apostadores lo ven como la plata fácil. Ya más adelante entran a tener problemas porque les amenazan a sus hijos, a su esposa. He visto el caso de compañeros que han tenido problemas muy personales y los han amenazado y han tenido que abandonar la ciudad”, explica el futbolista que pidió la reserva de su identidad.
Noticias Caracol habló con Fernando Jaramillo, presidente de la Dimayor, quien reconoció que los amaños suceden y que la entidad ha recibido denuncias. Aseguró, además, que contrataron una empresa que monitorea los partidos y emite alertas para prevenir estas trampas.