Hay alerta entre las autoridades de salud por el aumento en el consumo de drogas en Colombia. Las consultas médicas por este tema han aumentado hasta en 400 casos al mes. La situación está al alza desde hace 5 años.
Según las cifras, entre enero y julio de 2023 se han atendido a 32.281 por consumo de sustancias psicoactivas. Ese número preocupa, pues en 2022 no se registraron más de 30.000 casos.
Entre las sustancias más consumidas por edad están:
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- Marihuana: consumida por jóvenes entre 18 y 24 años.
- Cocaína: consumida por jóvenes entre 16 y 24 años.
- Heroína: consumida por jóvenes entre 20 y 26 años.
Al anterior panorama se le debe sumar el fentanilo, catalogado por la OMS como el narcótico más mortífero del mundo y que ya llegó a Colombia, incluso causando intoxicaciones.
Noticias Caracol recopiló los testimonios de jóvenes que decidieron dejar atrás el consumo de drogas y darse una segunda oportunidad en la vida.
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“Solo he recibido cosas buenas desde que tomé la decisión de aceptar mi condición de adicción y afrontar que he crecido demasiado como persona, hijo, esposo y hermano. Significa recuperar muchas cosas que perdí por cuenta de la drogadicción, recuperar a mi familia, mi hijo, la estabilidad emocional”, dijo Miguel Ángel, un paciente en rehabilitación.
Él se dio cuenta que estar en ese mundo no le iba a traer nada bueno a su vida, ni tampoco a la de sus seres queridos, que no lo querían ver bajo ese flagelo. Su lucha contra las drogas se ha extendido por más de 15 años.
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Ellos consumieron por primera vez en la adolescencia, una situación que genera alarma entre los profesionales de la salud, que aseguran que no hay edad para caer en la drogadicción.
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“Es una situación grave (…) cada vez más niños están teniendo incidencia en el consumo de sustancias y cada vez a más temprana edad. Uno espera ver esa patología en adolescentes, pero ahora se ve en niños porque hay un acceso a esas sustancias desde la parte escolar”, aseguró Ángela Patricia Murcia, psiquiatra de niños y adolescentes.
Sustancias como la cocaína, la marihuana, el 2CB, entre otras, han sido modificadas para aumentar su efecto narcótico. A lo anterior se suma el fentanilo, que también representa una grave amenaza.
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“No existe sustancia inocua, todas generan degradación potente en el organismo, esto depende del ADN de cada una de las personas que consumen. Estas sustancias emergentes vienen de organizaciones con un corazón cruel y propósitos netamente económicos. Sin duda alguna, es un tema de salud pública y no solo en nuestro país, sino en el mundo”, agregó Andrés Gutiérrez, psicólogo clínico y director de la fundación Semillas de Vida.
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El sistema de salud en Colombia afronta un enorme reto, no solo en atender, sino en prevenir. Se necesitan políticas públicas ajustadas para frenar la problemática desde los entornos escolares y mayor facilidad para acceder a servicios de salud mental y rehabilitación.
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