La sequía que se ha desatado tras el fuerte verano en Casanare está dejando un lamentable panorama para la fauna silvestre. Centenares de animales están muriendo de sed, las reservas de agua se secaron y el intenso calor termina sepultando a las especies en el fango.
Los devastadores efectos del fuerte verano, que se siente con más intensidad en las sabanas, hoy dejan al descubierto el cruel y triste panorama que vive la fauna silvestre. El agua de los ríos, esteros, abrevaderos y pozos naturales se evaporó, lo que queda son las huellas en la tierra seca de la vida que ha muerto y la que intenta sobrevivir.
Casi moribundos, reptiles, chigüiros, marranos y hasta el ganado, no se han visto beneficiados con las soluciones que se plantearon en el 2014, cuando la naturaleza cobró la vida de miles de animales de diferentes especies.
Las autoridades piensan en nuevas medidas para combatir la sequía, pero su aplicación dará efectos solo en el futuro.