Un gol de Danjuma a los 8 minutos de juego pone al Villarreal por delante en la eliminatoria ante el Bayern de Munich tras un partido en el que dispuso de más ocasiones que el equipo alemán y que acabó con una victoria más corta de la que mereció, pero que mantiene el sueño de pasar a la semifinal que se deberá ganar en la vuelta en Alemania.
La primera mitad estuvo completamente controlada por el Villarreal, que atenazó a los hombres claves del rival, sin dar opciones ni a Lewandowski ni a Müller, y en la que no vivió situaciones de peligro, mientras que la que las pocas aproximaciones a puerta corrieron por cuenta de los hombres de Unai Emery.
En la segunda parte, el Bayern salió decidido a mejorar y jugó más cerca de la meta de Rulli. Lo hizo, pero sin profundidad ante un Villarreal que encontró huecos a la contra, pero sin estar acertado en las claras ocasiones de gol de que dispuso para hacer un segundo tanto.
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El partido dio comienzo con el gol de Danjuma, que resolvió desde cerca una completa acción ofensiva de su equipo cuando las fuerzas todavía no se habían desnivelado.
El tanto dio solidez a los locales que se mostraron capaces a lo largo de todo el primer periodo de controlar a un rival que, aunque tuvo más balón que el equipo de Unai Emery, apenas llegó a las proximidades de la meta de Gero Rulli.
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El Villarreal se imponía en las pelotas divididas, no dejaba maniobrar al conjunto bávaro y, cuando tenía la oportunidad de encontrar espacios a la contra, salía con determinación, aunque sin llegar a disfrutar de ocasiones claras ante Neuer.
En el minuto 40, una buena jugada del conjunto español acabó con un centro-chut de Coquelin que se coló en la meta del Bayern, pero el jugador francés estaba adelantado por muy poco y el tanto no subió al marcador.
Espoleado por esa acción, el conjunto alemán disfrutó de sus mejores llegadas al área del Villarreal en los minutos finales del primer tiempo, aunque en ninguna de ellas Rulli pasó por situaciones de peligro.
Hasta el descanso se había jugado como querían los locales, sin que aparecieran futbolistas de la talla de Lewandowski o Müller, minimizados por la intensidad de sus rivales.
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El Bayern salió en la segunda parte consciente de que no podía repetir las carencias de la primera y, de entrada, puso cerco a la meta del Villarreal con llegadas por ambas bandas.
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Sin embargo, la primera gran ocasión de la segunda parte corrió por cuenta de Gerard Moreno, que envió al poste un duro trallazo (m.53), antes de que una contra, el mismo jugador, creo una nueva opción clara para marcar.
Se jugaba en el campo del Villarreal, pero la emoción llegaba cuando los locales cruzaban el medio campo con velocidad y profundidad, en muchas ocasiones en superioridad y en una en concreto con un fallo de Neuer tras el que Gerard Moreno lanzó sin acierto desde su propio campo a puerta vacía.
El Bayern, a pesar de conceder a la contra, había mejorado respecto a la primera mitad. Estaba siempre cerca de la portería de Rulli, pero sin crearle peligro, aunque, poco a poco, el partido cogió más velocidad y se convirtió en un duelo de ida y vuelta en el que cualquiera podía encontrar el gol.
Al final, nada quedó resuelto, pero la evolución del juego demostró la solidez del Villarreal, que, por ocasiones, pudo haber ampliado el marcador.